Mingyu
Gyul Jr. ha sido un puto aventurero desde que tuvo su primera erección a la edad de cinco años.
Fue un descubrimiento tan maravilloso cuando descubrí que mi entonces salchicha estaba dura que solté una risita de alegría. Luego procedí a correr por toda nuestra casa, colgándola, señalándola y enseñándosela a cualquiera que se cruzara en mi camino mientras gritaba: —¡Miren, tengo una pistola!
Papá se partía de risa. Mamá parecía que iba a vomitar o a estallar en llamas.
Buenos tiempos.
Para mí y para mi padre. Definitivamente no para mi madre, ya que estaba tapando los ojos de mis hermanas gemelas, metiéndolas dentro y diciéndome que me volviera a meter el pito en los pantalones.
Hice un mohín mientras murmuraba: —Pero a mi salchicha le gusta mucho el aire.
Mamá miraba al cielo, probablemente al gran hermano invisible de ahí arriba, y cuando eso no funcionaba, dirigía su mirada a la apariencia real de un Dios real en nuestras vidas. A mi padre.
Después de que se partiera el culo de risa -cinco sobre cinco sentido del humor en ese hombre, me encanta- me ayudó a empaquetar a un Gyul mohíno, y claro, mi polla tenía todo el derecho a sentirse ofendida desde que su primer espectáculo se detuvo de forma no consentida.
Papá me dijo que en realidad no podía usar mi salchicha como arma. Al menos, todavía no -ya te dije que ese hombre tiene el mejor sentido del humor, como era de esperar de mi padre- y desnudarme delante de mis hermanitas es un no-no.
También dijo la estúpida regla de que no podía estar desnudo todo el tiempo. Malditas restricciones sociales y toda esa mierda.
En cualquier caso, ese fue el nacimiento oficial de Gyul Jr, o Gyu para abreviar. Gyu es la forma diminutiva de mi nombre, pero rara vez la utilizan, solo mi abuelo, que gruñe ante la realidad de que Min ganó la batalla de los apodos cien a uno.
Y no, el abuelo no sabe que en realidad llamo a mi polla Gyul o tendría que revocar mi carné. Y eso no es divertido.
De todos modos, desde aquel incidente con la erección, Gyul se ha convertido en la polla más atrevida y aventurera que nadie podría conocer.
Es ingenioso, por decirlo suavemente, y una puta de mierda si queremos ser francos.
Parte de su extenso arsenal es ser fácil de satisfacer. Dale un agujero dispuesto y llora de alegría, literalmente.
Así que imagina mi maldito desconcierto cuando se despertó hoy y eligió el tratamiento silencioso.
Presenté a un Gyul especialmente frustrado sexualmente con sus sabores favoritos. Al mismo tiempo.
¿Una polla y un coño? El puto premio gordo, en mi opinión.
Tras la iniciación, volví a la mansión de los Headings y envié un mensaje a tres de mis contactos para que vinieran a adorar en el altar de Gyul. Los tres contestaron, así que, ¿qué coño? Un cuarteto sonaba divertido, así que les dije que se acercaran, y lo hicieron, cargados de hierba y alcohol, y uno masticaba una pastilla azul.
No sé si se supone que hay que masticarla, pero no me molesté y le di vodka para ayudar... eh... con la digestión y esas mierdas.
No me preguntes cómo conozco a esos dos tipos y a la chica. La chica es de la escuela, probablemente. De nuevo, no preguntes qué pasa en la escuela. Allí estudio empresariales, pero apenas he asistido a clases desde que estoy en la universidad. Mientras mantenga mi promedio alto, gracias a mis genes superiores, a nadie le importa. A mí incluido.
