No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
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Ni siquiera el agua fría de la regadera me quitaba esta sensación amarga, me sentía tan rara, después de ese entrenamiento que tuve con Skywalker, las cosas empezaron a cambiar, ya no están bien.
A veces trataba de evitarlo, pero siempre parecía encontrármelo. Era la mala suerte que tenía de dormir a un lado de él.
Hace días que estaba entrenando con la Maestra Luminara, se tomó la cortesía de preguntarme si alguna vez yo, me enamoraría cuando me fuera de aquí, yo solamente me limite a responderle que no lo sabía, tenía que tomar esa corona y parir herederos para mi planeta, como una yegua de cría.
Eso me ponía mal, prefería estar en un campo de batalla con, cientos de disparos. A tener que parir un bebé por año.
Yo no nací para ser madre.
Era algo que realmente me asustaba, no sabía si estaba preparada para ser madre o para tener un cargo tan grande, como cuidar tres planetas juntos a la misma vez.
— Maestra — pronunció el chico pelinegro — maestra ¿Esta despierta? Es que ya le aburrí.
— Matt cállate y concéntrate en la meditación, ¿Quieres? — dijo tratando de meditar, tranquila, aunque sabía que su mente estaba en otro lugar —recuerda que tendremos otra misión.
— ¿Segura que quiere ir ahí? — dijo en susurro, para después hacer una mueca de desagrado — es bastante boscoso y montañoso, y a mi me dan cosa los bichos, ¡Uhg!
Vaya que delicada es la princesa.
— Es una misión fácil necesitamos mantener a tranquilos a los Ewoks — dijo la peliblanca, para después levantarse — será sencillo, es especifícame a la luna de Endor, es donde habita esa especie, son tranquilos no te preocupes yo he estado ahí.
Hace como 10 años, pero ya estuve ahí.
— Está bien maestra, pero me iré a comer con permiso — dijo el padawan saliendo de ahí, a toda prisa.
Todo estaba tranquilo hasta que mi comunicador empezó a sonar, a mi nadie me llama, solamente si es para una misión. Que raro al contestar la comunicación venía de ¿Dornis?
—¿Hermano? — dijo sin más con una pizca de esperanza, esperando que si fuera el.
Al contestar la voz de Ameon se escuchó agitada y alterada, algo pasaba lo intuía en ese momento así que espere a que se calmara.
—Que alivio, estas viva — dijo tratando de controlar su voz — las hermanas Veneyecit.
— ¿Ellas que? — preguntó fríamente sin ninguna preocupación — ¿Que tienen que ver las Veneyecit aquí?