No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
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🜚
La tumba de mi madre.
Esos enormes ventanales con su rostro, sin duda fue la mujer más bella de toda la historia de Dornis.
Más bien de toda la galaxia.
— Es igual a ti — pronunció Anakin observando atentamente aquella imagen. — tienen la misma postura al estar de pie.
Realmente no lo creía, mi madre, a pesar de qué yo compartiera su rostro. Había mucha diferencia entre las dos, ella era dulce, amable y sobretodo sabía perdonar.
Algo que a mí me cuesta trabajo hacer.
Perdonar.
— No.... Y ella era diferente a mí en muchos aspectos. — le respondió mientras seguía viendo la imagen de su madre.
— Leí sobre tu madre hace casi un año. — le dijo a peliblanca, aún observando la imagen. — Las cosas que hizo por las personas que eran esclavizadas.
¿Anakin leyendo?
Eso me dejó sorprendida, pero también sabía hasta donde podía llegar su curiosidad, por lo desconocido.
— Ameon.... Heredó el carácter de mi madre, su forma de ver las cosas de manera positiva.
Inevitablemente, me puse triste, y esta vez no pondría como excusa a las hormonas de mi embarazo.
— No estes triste Ángel. — acercó su rostro al de ella.
— Es inevitable, no estarlo Ani. — respondió, dejando sorprendido a Anakin, con ese apodo que solamente algunos solían decirle.
— ¿Ani? — alzó sus dos cejas. — desde cuando decidiste llamarme así.
— Son las hormonas — le dijo rápidamente, dándose la vuelta para caminar a la salida.
— No seas orgullosa Nerys. — la alcanzó para entrelazar su mano con la de ella, mientras caminaban. — cuándo dices algo lindo, siempre pones como excusa las hormonas del embarazo.
¿Orgullosa yo?
Bueno, creo que era algo que tenía que aceptar con el tiempo, las cosas cursis que decía sin querer, me hacían sentir tonta.
Pero trataba de acostumbrarme.
— Tengo una cena importante, con el consejo, y necesito que estés ahí. — confesó Nerys con un leve nerviosismo.
Anakin, él mismo, había solicitado ser mi escolta y el Consejo no puso oposición eso, sólo serán dos días y siento que no los pasaré totalmente con él.
Matt también decidió venir, estaba aburrido de los sermones que recibía por parte del maestro Windu.
El solo hecho de recordar lo que dijo, me causaba risa y pena ajena.