No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
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🜚
Estaba observando la ciudad desde el balcón de la habitación, mientras trenzaba mi cabello. Aún pensaba en las palabras de la maestra luminara, antes de irse me dijo que tenía una misión.
En Kashyyyk.
Pero aún así estaría al pendiente de mi.
Anakin llevaba observándome desde que llegó, me pregunto si no está cansado. Su cara de sueño me lo decía todo, así que solo me volteé para verlo.
— ¿Que ves? ¿Tengo algo en la cara?. Es que siento que me pica la nariz — le pregunto dejando de trenzar su cabello blanco.
— Eres muy hermosa. — dijo embobado por la belleza de su mujer de cabellos blancos. — Tu piel es tan blanca. Y tú cabello es como las estrellas.
Yo solo rondé los ojos, que dice si parece, que tengo una sandía en el estómago.
Aunque no quise aceptarlo, todo eso me removió recuerdos de hace años.
— No empieces — lo señaló con el cepillo — Parezco Dragón Krayt embarazado, ¡Ni de Shimm me puse así de enorme!
— Por su puesto que no Ángel... — pronunció seguro mientras se acercaba — Estás dando vida, es nuestro hijo. No estás ancha.
¿Ancha?
Si por supuesto, esa cara era de arrepentimiento por lo que me dijo. Sino fuera porque lo amo ya lo hubiese arrojado desde este balcón.
Sin pensarlo dos veces.
— ¿Gorda? No pues gracias cielo. — dijo de manera sarcástica. — Cuando de a luz, tu lo cuidarás. Para que yo pueda volver a mi figura.
Vi como el me vio, esa mirada pícara y coqueta la conocía muy bien. Así que solo apreté el cepillo que traía en las manos.
Ya me imagino, seguramente va halagar de nuevo mi trasero. La ultima vez me dijo que parecía una esponja suave, dándome a entender que lo hormonal jamas se le quitaría.
Era algo que jamás cambiaría en el.
— Pero a mi me gusta tu trasero. — confesó sin importar lo que le haría Nerys. — De echo hasta creció un poco más. ¿Puedo toc-. ¡Auch!
Le arroje el cepillo que traía en las manos, le dio justo en la cabeza. Como se le ocurrió decir eso, sabia que mi trasero estaba más grande. Pero el hecho de que Anakin me lo dijera sin pena alguna.
Era diferente.
Y más si quiera tocarlo, donde estábamos a la vista de todo y de todos.
Lo esquive para poder entrar a nuestra habitación, solo me vi el el espejo. Carajo si estoy más enorme suspire con pesadez, de verdad después de tener a Skywalker junior.