No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
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Tres años en los que me he tratado de convencer a mi mismo de ser feliz.
Tres años desde que pasaron los sucesos que marcaron mi vida, ahora he aprendido a querer a Padme, el tiempo trato de curar lo que Nerys había provocado en mi, el amor y comprensión de Padme me ayudaron.
Temo perderla, que suceda lo que paso con Nerys, el amor que le tengo a Padme es diferente al que le tuve alguna vez a esa mujer de cabello blanco.
R2 venía aún lado de mi, para mi el no era una simple maquina o cualquier droide era un amigo como Obi-Wan.
— Cuales son las condenadas R2 — dijo por el comunicador, para cambiarlas rápidamente — 70°00'37.0.
— ¿Anakin? — preguntó Obi-Wan por el comunicador — tu droide me dio otras coordenadas. ¡No iré solo a esa misión, tú vendrás conmigo!
— Necesito regresar al templo — dijo por el comunicador — no te preocupes lo harás mejor sin mi ayuda. No la necesitas.
— Esta bien, no vemos en tres días, regresa directo a Coruscant, me escuchaste Anakin — corto la comunicación para después suspirar y negar lentamente con la cabeza.
Era una excusa para ir a ver a Padme hace tres semanas que no la veo, necesitaba verla y estar un tiempo con ella, Obi-Wan tardaría en regresar nadie notaría mi ausencia en el templo.
Al aterrizar mi nave en el penthouse de Padme, ahora este era mi hogar por momentos, siempre pasaba momentos cálidos aquí junto a Padme, en este lugar nos podíamos ver sin escondernos de nadie, esta cerca de templo desde la venta se podía observar, y el se senado galáctico estaba cerca también.
Era bastante grande, era perfecto aun recuerdo las veces que yo y Padme nos íbamos a Naboo a pasar el tiempo libre que teníamos, justo lo hacíamos en el lugar de donde nos casamos, en el país de los lagos.
Amaba ese lugar me hacía sentir bien y estando con ella era mucho más reconfortante.
Podía olvidarme un momento de quien era y está junto con mi esposa, sin que nadie nos interrumpiera.
— ¿Ani? — dijo la mujer de cabellos castaños oscuros — ¡Regrésate! — ella solo pudo correr abrazar a su esposo realmente lo había extrañado demasiado — te extrañe tanto amor mío.
— Al igual que yo — dijo dulcemente, Anakin solía sacar su lado más tierno cuando se trataba de ella — moría por estar junto a ti.
— Ahora ya estás aquí — dijo regalándole una sonrisa dulce y llena de calidez — conmigo, no sabes cuando te necesitaba, me moría de la preocupación al saber que estabas en ese campo de batalla luchando. — pronunció para acercarse y acurrucarse en el pecho del castaño. — todo este tiempo. Sentí esa presión.