No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🜚
Siete de la noche.
Hora exacta para descansar, después de haber tenido un entrenamiento extremo con Matt. Valla que mejoró en sus técnicas de ataque, el echo de que pudiera esquivar.
Todos esos disparos dé blaster.
Que yo misma y otros dos clones que me habían ayudado disparar, al principio se asustó. Pero todo ese miedo se fue al ver la mirada de confianza que le di.
Era necesario, que su entrenamiento fuera excepcional si quería ser un caballero Jedi pronto.
Es por eso que mi manera de enseñarle siempre ha sido estricta con el. Tenía que entrenarlo para todo lo que se viniera en camino, tenía que aprender a sobrevivir de cualquier manera.
Quien lo pensará diría que estoy loca.
Pero sólo trato de protegerlo.
Al menos el baño me ayudó a calmar mi cansancio en este momento, por fin me sentía bien. Después de mucho tiempo volví a sentir esa paz que creí haber perdido, Anakin no vendría estoy segura.
O eso es lo que quería creer.
Por qué de sólo pensarlo, las piernas me temblaban.
Todas esas esperanzas de poder descansar se fueron, al escuchar una nave estacionarse afuera del hangar. Vaya aún no era hora de descansar.
Aún que no debería sentir nervios, en este momento por qué él estuviera aquí.
Los sentía en todo el cuerpo.
"Estoy cansada Skywalker, me duele el cuerpo"
"En un momento te ayudaré a que ese cansancio desaparezca de ti"
Yo solo rondé los ojos al escuchar eso, pero no pude evitar que una risa nerviosa se me escapara en ese instante. Tome mi bata y me cubrí, lo sentía cansado, pero también ansioso.
Al verlo entrar por la enorme puerta, me exalte un poco. De verdad Nerys, tienes miedo de estar sola con Anakin.
Me repetía en la mente aquello.
Hace tres años me encantaba jugar en las noches con el, y no cualquier juego.
Ahora mis nervios se me hacían algo tan estúpido de mi parte. Sentir nervios al estar sola con él, cuando ni siquiera me importaba que no se escuchan, en el templo.