36 : sʜᴀᴋ ᴍɪʀᴏ̂s.

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Todas aquellas palabras que mi abuela me había dicho la noche anterior, aún seguían rondando en mi mente y no de lo mejor manera era doloroso, tan solo pensar el sufrimiento que mis padres y mi madre pasaron por mi culpa.

Pero ahora estaba aquí frente al templo Veneyecit solamente espero que, Shak comprenda todo lo que le diré, lo entendía toda su vida, estaba aquí dentro de la orden, pero necesitaba su ayuda, y si usaba mi influencia podía proteger a mi hija.

Al entrar rápidamente, empecé a buscar en todas las habitaciones, lo más seguro es que esté meditando afuera, como solía hacerlo de costumbre y cuando éramos niños sin que nadie lo interrumpiera.

Shak, era alto y cabello, largo color rubio dorado, ojos verdes, con un toque de azul. Realmente sus facciones eran delicadas, tenía un rostro bastante andrógino, pero no le quitaba la masculinidad.

Al visualizarlo en aquel enorme jardín me dirigí rápidamente a él, no me importaba si lo interrumpía o no, necesitaba que me escuchara en este momento.

Linârt marôrt, Enār cartôrmy alārt jhacjârt zorêrt nyrôs Mysha. (no es bueno interrumpir cuando un hermano de la luz está meditando su majestad)  — pronuncio en aquel más antiguo que solamente algunos podían entender.

— Shak, limaârt (Shak escúchame) — pronuncio aquellas palabras de una manera un poco fría.

De verdad Shak, si no te necesitara, no estuviera aquí, casi rogándote.

Aunque no lo parezca.

— Hablar, de una manera tan fría y ocultando tus verdaderos sentimientos, nunca la va a ayudar su majestad — habló él aún con los ojos cerrados. Mientras sus pies seguían cruzados en aquel suelo, cubierto de pasto.

— Shak, necesito que me ayudes, te lo estoy pidiendo como una persona, no te lo estoy ordenando como tu reina que soy — intentó sonar lo más calmada posible, la mujer de cabello blanco y trenzado.

Cuándo abrió los ojos, me observo, en su mirada, sólo había paz, algo que yo quisiera y desearía tener en este momento realmente. Vi como se levantó y se limpió aquella túnica de color blanco, si no estuviera estúpidamente enamorada de Anakin sin ningún problema, este hombre me gustaría. Pero no era el caso, necesitaba su ayuda y él me la daría.

Nos dirigimos a una de las habitaciones, él se aseguró que nadie entrara ni saliera de ahí para poder hablar tranquilos.

— Puede hablar tranquilamente su majestad, nadie la va a escuchar aquí — respondió calmadamente algo normal, en el su actitud pacífica y serena.

𝐌𝐎𝐎𝐍 𝐎𝐅 𝐃𝐎𝐑𝐍𝐈𝐒  𖤹 Anakin Skywalker #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora