No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
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🜚
Ya extrañaba esto.
Aunque parecía que no, volver a ver a Shimm después de casi tres meses, era lo mejor que me podía pasar. En tan solo 5 meses cumpliría cuatro años y quería que los pasara conmigo en Coruscant.
A pesar de todo eso, aún tenía una plática pendiente con el comandante Tully. El porqué no me dijo lo de esa base separatista, realmente era como una falta de respeto y confianza hacia a mi.
Matt estaba dormido aún, solo faltaban 30 minutos de viaje. Ya se que no puedo usar lo métodos de antes pero solo, por esta ocasión lo haré.
Acelere más la nave.
Sujétate bien Sierlad, porque vamos aterrizar en unos segundos. Al momento de aterrizar escuché un golpe en el suelo, y después a un Matt maldiciendo en voz baja.
El asunto que más me tenía así era el del comandante, necesitaba que me diera una buena explicación y excusa para no sancionarlo.
O dejarlo sin trabajo.
Ya les había dicho sobre las medidas que tomaría.
— ¡Casi se me habré el craneo! — se quejó mientras se sobaba la cabeza. — ¿Segura que si me aprecia?
Yo solo rondé los ojos y después lo vi, el solo me vio con pereza.
— Si no te apreciara, hubiera dejado que Grievous te decapitara — mencionó eso entre dientes, sonando más como una afirmación. — ahora levanta tu trasero de ahí, necesitamos llegar pronto.
Bajamos para encontrarnos con los soldados imperiales, que me hicieron una reverencia llevo casi cinco años siendo Reina y esto aún me hace sentirme incómoda. Me encamine junto con Matt, pero le dije que se fuera a donde quisiera.
Solo que no se metiera en problemas.
Conociendo que no se guarda nada y es medio delicado.
Pero.
Necesitaba ver a Shimm.
Corrí hacia el jardín para poder encontrarla. Porque era justo ahí donde la sentía, cuando camine más despacio me di cuenta que estaba con Shak.
Me sentí tan tranquila al verla ahí sentada, que por inercia acaricié mi brazo. Pero al momento de verme corrió hacia a mi, yo me agaché para poder abrazarla y apegarla a mi. La había extrañado demasiado que fue una verdadera tortura estar lejos de mi bebé.
— ¡Mamá...!
Aún le faltaba por conocer a su hermana. Ella lo sabia, sabía que Leia era su hermana menor pero aún no la conocía en si.