No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🜚
Al escuchar toda esa confesión por parte de Anakin corrí a la sala de entrenamiento, esto no podía ser posible.
Se casó, me dejo de amar y se atrevió a confesármelo en mi propia cara. Mi mirada se solo se dirigió a aquellos droides de entrenamiento lo primero que hice al verlos, fue atacarlos sin piedad y explotarlos con la fuerza.
Mis lagrimas recorrieron mis mejillas rápidamente y mi corazón se sentía tan destrozado.
Como quisiera ser una maldita roca para no sentir nada en este momento, escuchar todo eso por parte de el. Fue realmente duro de asimilar.
Anakin tenía derecho a hacer lo que le diera la gana.
Pero casarse.
Eso fue demasiado, mi sacrificio no había valido la pena, todas esas noches llorando en mi cama fueron en vano.
Pero me detuve a pensar que Anakin sintió lo mismo cuando yo deje, debió haberse sentido decepcionado y solo. Y ahora yo me estoy victimado a mí misma, cuando la causante de todo esto fui yo.
— ¡Ya no estoy enamorada de él! — ella solo pudo gritarse eso en ese momento tomando su cabeza de ambos lados, soltando aquel sable y dejándolo caer al suelo, su lágrimas salieron sin control alguno provocando fuertes sollozos.
Quisiera que todo eso fuera verdad, ya no estar enamorada de el.
Mi desesperación era tanta que termine jalando mi cabello hasta deshacer aquella trenza, para caer al piso de rodillas y seguirme lamentándo aquella estupidez que habían echo años atrás.
Porque tuve que enamorarme de él, porque tuve que hacer lo que hice con él. Si tan sólo no le hubiera hecho caso a mis sentimientos, nada de esto hubiera pasado.
Esos sentimientos.
Hermano te necesito tanto en este momento necesito alguien que me diga qué hacer, alguien que me escuche y esté conmigo ahora.
Mi hija quería ir con ella en este mismo momento, pero no soportaría que viera, así como estaba con el cabello desordenado, con los ojos rojos de tanto llorar y al borde de colapso.
Como una loca.
Sentía que moría, me estaba muriendo lentamente, tomé mi sable y salí del palacio necesitaba ir a un lugar, necesitaba que alguien me aconsejara no podía estar aquí así.
Si, tenía que ir con ella, ella era la única que podía decirme, las cosas a la cara, y sin ningún problema.
Escuche como pisadas rápidas se acercaron a mi y levemente rápidamente del suelo frío.
— ¡Su majestad! — dijo un guardia corriendo a ella, totalmente alarmado al verla en ese estado — ¿Se encuentra bien?
Yo solo pude asentir con la cabeza, le dije que saldría sola, yo misma alistaría mi nave para salir de aquí, todo iba bien hasta que cierto Jedi, llegó corriendo al verme subir.