No puedes evitar que el sol y la luna se encuentren.
▼El amor prohibido, que destruyó a toda la Galaxia. Un Jedi y una Reina no puede estar juntos. Ni separados. ▼
Historia 💯 % mía
No esta completamente basada en la Historia de Star Wars solo co...
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Hace un mes que regresamos de Endor, y las cosas están más que complicadas, esa noche paso algo que no debió suceder, fue un momento en el que los dos estábamos vulnerables.
No se como tuve cara para ver a Anakin al día siguiente.
Jamás había sentido todo lo que sentí en esa noche con Anakin, porque me tuve que dejar llevar, no voy a mentir fue una experiencia maravillosa pero nadie me quita de la mente que estuvo mal.
— ¡Maestra! — grito eufórico matt llegando a abrazarla — la extrañe demasiado, fue un mes demasiado largo, Obi-Wan me ponía a meditar cada que me portaba mal, ¡Le juro que no era a propósito! — dijo quejándose — ¿Maestra está bien?
— Si no te preocupes — dijo casi en susurro, para ponerle atención a su padawan — no te quejes tanto, a Anakin le aventaba el sable si no le hacía caso, hasta lo ponía a meditar más de tres horas, llego jalarle las orejas también. Supongo que fue suave contigo.
Al decirle todo eso, el se me quedó viendo sorprendido como si mis palabras no fueran verdaderas.
— Bien no me quejo entonces. ¿Como le fue a usted en su misión en Endor? — la chica casi escupió la poca agua que tenía en la boca, por la tan repentina pregunta.
— E-en.. Endor — dijo tratando de sonar seria, aunque sus nervios hablaban más por ella — bien, el lugar era el adecuado para la base.
— La noto extraña — dijo totalmente extrañado y entre cerrando los ojos, para después hablar — ¿Como se porto Anakin con usted?
Bien era momento de poner una de mis mejores excusas, para salir corriendo en este este preciso instante.
No le contaría que tuve, una noche intensa de juegos con Anakin.
Sería como causarle trauma infantil.
— Matt sabes creo que me llaman en el consejo.— hablo rápidamente para salir casi corriendo de la sala de meditación — nos vemos después niño. Recuerda que debemos entrenar mañana así que, duerme bien.
Nunca me había sentido tan culpable en toda mi vida como ahora, como me atrevía a estar en el templo después de lo que sucedió en Endor, lo peor de todo era que no me arrepentía de nada, de lo que había echo.
Ni siquiera por haberle quitado la virginidad a Anakin, que pasara cuando regrese a Dornis y tenga que casarme, como le explicaría a mi futuro esposo que ya no era virgen, aun así a pesar de haber estado en un orden tan estricta como esta.
Donde la castidad era necesaria.
Bueno a excepción del Maestro Ki-Adi-Mundi.
Las investigaciones y misiones secretas siguen, en Geonosis, le pedí al consejo que me enviara de manera encubierta a ese lugar, pero se negaron hacerlo de verdad tenía ganas de tener un poco de acción, pero con las cosas que estan pasando en mi vida últimamente.
