Chapitre 22

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- Que lindo es volver, como te amo Madrid - respiraba un feliz rubio el "aire español" en la ventana del lujoso hotel donde estaba instalado - mi segunda casa.

- Con ese teñido todo dorado hasta yo me sentiría igual allá en San Pedro Garza García - susurrando para si mismo.

- QUE RAYOS DIJISTE JUAN PABLO?

- Que...que bonito lugar! Más bonito que un domingo en Chipinque con osos pasando y robando tu comida - sonriendo forzado hacia su jefe - bueno, qué hacemos ahora?

- Tú y yo? - sintiendo sus mejillas arder - bue...bueno, no sé.

- Y si me dejas ir a conocer la ciudad? - mirándolo entusiasmado - entiendo que tú vienes seguido pero, yo...es la primera vez que salgo de México.

Sebastián no hizo más que sonreír con ternura.

- Me parece bien, pero deberíamos ir los dos - dando dos pasos adelante hacia Vigón - digo, más que nada porque tú eres mi guardaespaldas y yo, bueno, estem...mm...no me gustaría que...ya sabes...

- Me pusiera a pelear sobre por qué no nos quieren regresar el penacho de Moctezuma?

- TONTO ESO ES EN AUSTRIA!! - gritándole a la cara - pero también eso, no sabes como puedes acabar fácilmente en la cárcel y más siendo extranjero.

- Está bien, está bien no te preocupes Sebitas - poniendo ambas manos en los hombros ajenos y moviendo de un lado a otro - tú relájate que yo soy el que ando pendiente de si te meten mano en la calle o no jajajaja.

- Ni que fuera fútbol - soltando una carcajada - en ese caso ya hasta tuviéramos una celebración juntos.

- Uy si me lo imagino - sonreía con picardía el pelinegro pensando en celebrar un gol con un beso apasionado a Sebastián - pero mejor ya vamos a prepararnos y luego irnos, si?

Media hora después nuestros bellos protagonistas se encontraban caminando por las primeras calles amplias de la ciudad española. Era inevitable no voltear hacia Sebastián Córdova y pedir una foto u autógrafo, él gustoso aceptaba pero su guardaespaldas siempre estaba listo por si algo sucedía.

Aunque fuera algo inocente.

- SEBASTIÁN!! - gritaba un jovencito de ojos claros que rondaba los veinte años - OS PUEDES FIRMAR ESTA HOJA!?

- Claro que si amigo - contestaba el mexicano alegre - para quien es esto?

- Me llamo Pablo Gavira - contestó con ojos de enamorado - pero si quieres firma en la línea de a lado - señalando el nombre escrito con pluma - es para casarnos en la fiesta de mi colegio.

- Oh dios mío! Que listo me saliste - reía al mirar con gracia la hoja - estoy soltero puedo hacer una excepción - guiñándole el ojo - solo espero que...

- ATRÁS!! ATRÁS POR FAVOR!! CUIDADO CON SEBASTIÁN - empujaba Juan Pablo a la gente y rompiendo de forma "accidental" la hoja de papel - YA TIENE QUE IRSE A UNA ENTREVISTA IMPORTANTE!!

- MALDITO GILIPOLLAS!! - gritó el español a punto de llorar al ver su creación en el piso hecho pedazos - ROMPISTE MI ACTA DE MATRIMONIO!!

- Ay mijo no digas nada! Eso solo te dura un día - contestaba Vigón tratando de no sonar celoso - allá en México dura una semana pero ya, órale, vámonos de aquí.

Escucharon eso? Fue un corazón español rompiéndose, en fin...

- Por qué hiciste eso? - hablaba Córdova tratando de sonar serio sin reírse - ese chico solo era un fanático.

Nada Como Ser Miss...ter | CórdovaxVigón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora