Nada Como Ser Miss...ter | CórdovaxVigón

Chapitre 21

- Entonces, dinos Juan Pablo - comenzando la conversación Nahuel mientras dejaba su copa de vino a lado de su asiento - de dónde venís?

- Soy de Guadalajara, Jalisco señor Guzmán - contestaba nerviosamente educado - aunque llevo cinco años viviendo en Monterrey.

- Oh! Y por qué dejar tu hogar para llegar a otra estado? - alzando su ceja con duda - Guadalajara es una buena ciudad también.

- Oportunidades que allá no iba a conseguir, señor - tomando de forma apresurada su enorme termo de Paw Patrol que compró a diez pesos una ocasión en colegio civil, conocido lugar para los regiomontanos - además, no estoy solo y vivo con mi hermano del alma, Omar.

- Omar? - entrando el ojiazul también a la conversación - creo haber escuchado ese nombre también - volteando hacia su esposo - recordás la vez que salió Jordi a un antro en Barrio Antiguo?

- De hecho, si lo conoce y al parecer son amigos - respondía de nuevo el pelinegro.

- Con camino a ser algo más, jaja - susurraba Sebastián para evitar ser escuchado.

- Bueno, tus papás siempre estuvieron de acuerdo en qué vinieras? - volviendo Nahuel a la conversación - no mal entiendas, pero yo soy muy, MUY sobreprotector con mis hijos.

- Cómo le diré? - rascándose la nuca para buscar una excusa - es complicado, si saca?

- No, no saco - respondió con poco de molestia ante el regionalismo dirigido hacia él - entiendo si quizás tenés diferencia con tus viejos, solo que no es para irse así como si nada a otra ciudad.

- Mire, con todo respeto pero no tenía porque decirles - apretaba Vigón su labios para evitar sacar un comentario inapropiado - ellos ya no tienen nada de autoridad sobre mi.

- Entonces, que vos sos un..como se les dice acá? - trataba de recordar el ojiazul otra palabra regional - chiflado?

- Ok, ya fue suficiente - se levantaba Sebas de su asiento - no tienen por qué interrogarlo así, saben?

- Solo queremos saber quién cuida de nuestro pibito - extendia los brazos Guzmán con indignación - acaso está mal?

- Hay maneras de hacerlo, padre.

- Pero si no le estamos diciendo nada malo, o si? - volteaba Nicolás con Vigón - solo dinos, tus padres saben o no?

- No...n-o...no...l-o...lo saben - cerrando sus ojos con fuerza para evitar llorar - ellos...murieron hace seis años.

Todos en el jet, se quedaron en silencio.

- Oh dios! Lo lamento tanto, Juan - dudando el ojiazul en abrazarlo o no al mirarlo sollozar - debió ser muy difícil para ti.

- Ellos iban rumbo a San Luis Potosi, específicamente para Real de Catorce - jugando con sus dedos aún sin voltear a los presentes - siempre dicen que ahí está una de las carreteras más peligrosas del norte, pero no pensé que a ellos les iba a tocar irse así, siendo embestidos por otra camioneta más grande.

Sebastián solo podía sentir como su corazón se oprimía poco a poco. Ahora entendía porque el guardaespaldas siempre tenía una actitud traviesa y positiva, era porque guardaba un dolor imposible de borrar.

- Antes de llegar a Monterrey, decidí visitar la capital de ahí - sonriendo con nostalgia - y en la central de autobuses conocí a Omar, desde entonces es mi única familia.

- Pibe, lo siento mucho por...

- Ya estarás contento gil de mierda? - regañaba Sánchez al mayor - hiciste llorar al pibito, quizás no era tiempo de aún interrogarle.