Dulce NO tan Dulce

1 SUSAN

AARÓN: hola ángel, ¿tienes planes para esta noche? ¿Qué tal una copa?

Miro el mensaje de Aarón, el hombre más hermoso que mis hijos han visto jamás. Cuando intercambiamos números la semana pasada no creí que me llamaría. Parece que me equivoqué.

Bueno, yo lo llamé una vez, pero fue de parte de mi mejor amiga y apenas y tuve  tiempo para saludarlo.

Ahora, recién bañada y parada frente al espejo, me miro desnuda y trato de mirar al ángel que él dice mirar cuando me ve. Yo no veo nada. Solo falsedad. Y soledad. Mucha soledad.

Sí, no hay noche que no esté acompañada por un puñado de personas, que me llenan de elogios y de falso cariño. Y ahí está la palabra importante.

"Falso"

Como hoy que en vez de afrontar lo que quiero hacer con mi vida pienso en ir al bar del que son dueños mis padres y encontrar cualquier distracción.

Mi teléfono vuelve a sonar, es otro mensaje.

AARÓN: ¿Ángel estás ahí? ¿No quieres salir conmigo? :(

Sonrío al recordar lo bien que me sentí cuando lo conocí, cuando me dejé llevar en su abrazo consolador y en sus hermosos ojos marrones.

YO: estaré en el bar de mi familia en una hora. Te mando la ubicación. ;)

Claro mando un guiño porque así es como hago las cosas, ¿verdad?

Dejo el teléfono y me empiezo a arreglar como cada noche.

De alguna manera empezaba a ser aburrido, pero ahora que sé que me encontraré con ese hombre...

"Y vaya que hombre"

Lo sé, lo sé. Podré más esfuerzo con él.
Esta vez podría ser algo importante.

•••

Como dije, una hora más tarde entro por la puerta principal del kava bar vistiendo un vestido azul brilloso con tacones de aguja en color plata. Mi cabello está recogido de la parte de arriba, dejando lo largo de mi cuello libre para la vista y algo más también.

Que mis padres sean los dueños de este bar, no significa que se pasen mucho tiempo por aquí, en realidad son un poco mayores para eso. debieron tenerme cuando creyeron que ya no lo lograrían.

Tal vez eso hizo que toda mi vida me dejaran hacer cualquier cosa que quisiera.

Hace tiempo que me mudé a un departamento de soltera, no es que sean ricos, económicamente hablando, pero me han dado todo lo que he pedido.

Incluso este bar.

Tenemos empleados y ellos solo se dedican a firmar los cheques cada fin de semana.

Y yo... bueno tengo donde pasar cada noche. Por el resto de mi vida.

"Aburrido"

No hay un solo cliente de este lugar que no me conozca. Así como yo conozco a cada hombre que viene aquí.

Sé quienes son para una sola noche y quienes van a intentar ir por más.

Sé a quién le gusta ir por la puerta de atrás y quién me buscaría para un trío.

Todo esto se ha vuelto aburrido. Me abro paso hasta la barra y me siento frente a Josh uno de los bartenders. solo levanto la mano y un segundo después llega mi trago favorito.

—¿siempre es así contigo ángel? ¿Levantas la mano y todo el mundo trabaja para darte lo que quieres? —sé me corta la respiración con solo escuchar esa palabra salir de sus labios.
Con esa voz ronca que hace vibrar todo lo que hay a mi alrededor.