Edward se separa de Bella luego del incidente de su fiesta de cumpleaños. Alejándose de ella busca refugio en la casa Denali donde conoce a la que sería su compañera de vida.
La neblina espesa de Forks se disipaba lentamente, como los últimos vestigios de un sueño del que Edward Cullen intentaba despertar. El eco de risas, la melodía de una canción olvidada y el brillo de los ojos de Isabella Swan aún resonaban en su mente, pero él sabía que era tiempo de dejar todo atrás.
Edward Había llegado a la dolorosa conclusión de que su presencia al lado de ella solo la ponía en peligro. El peligro que representaba su propia existencia había comenzado a manifestarse en formas que nunca imaginó: las sombras que se cernían sobre su vida, las miradas de desconfianza y el incesante deseo de protegerla a cualquier costo.
Su relación había sido, en el fondo, un capricho. Un deseo de normalidad en medio de la eternidad que lo apresaba, un anhelo de ser algo más que un vampiro condenado a vagar en la oscuridad. Isabella, con su vulnerabilidad y su luz, había despertado en él un anhelo que parecía imposible: la búsqueda de lo humano. Sin embargo, el incidente en su cumpleaños fue la gota que colmó el vaso; su instinto de protegerla se había transformado en el acto de herirla, y en un instante, su mundo se desmoronó.
Esa fue la chispa que encendió la llama de su decisión: debía alejarse.
La familia Cullen, en un intento de reconstruir sus vidas lejos del dolor, decidieron trasladarse a la casa de los Denali, un clan que compartía sus creencias y su estilo de vida y que consideraban familia.
Edward, aunque renuente, se unió a la travesía, con la esperanza de que la distancia lo ayudaría a olvidar a Isabella y que ella pudiera encontrar su camino sin él.
Pero lo que él no esperaba era que al llegar a su nuevo refugio, un nuevo integrante del clan apareciera, una presencia que cambiaría todo.
Con cada mirada, cada sonrisa, Edward comenzaría a sentir un desvanecimiento de sus recuerdos sobre Isabella, una conexión inesperada que le haría cuestionar todo lo que creía sobre el amor y el anhelo. En ese nuevo capítulo de su vida, el destino le deparaba sorpresas que nunca había imaginado y la oportunidad de renacer en un mundo que había dejado atrás.
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