Capitulo 01

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Edward se detuvo bruscamente, su paso lento y firme interrumpido por la necesidad de decirle algo a Bella

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Edward se detuvo bruscamente, su paso lento y firme interrumpido por la necesidad de decirle algo a Bella. El sonido de sus zapatos resonó en el suelo del bosque húmedo, y al girarse, su movimiento fue suave, casi felino, como si cada acción fuera medida. Su cabello bronceado brillaba tenuemente bajo la luz tenue del cielo gris de Forks, y sus ojos, que solían ser profundos y llenos de emoción, ahora se mostraban sombríos, vacíos de todo lo que Bella conocía.

— Tenemos que irnos de Forks —dijo con la voz controlada

Bella lo miró con confusión. No había esperado esa respuesta. Había algo en su postura, en la tensión en su mandíbula, que la hacía sentir que algo estaba mal.

— ¿Por qué? —preguntó, su voz débil, insegura.

Edward bajó la mirada, incapaz de sostenerle los ojos. Sabía que si lo hacía, sus propios sentimientos podrían traicionarlo. Se sentía como un monstruo al mirarla, sabiendo que lo que estaba a punto de decir le destrozaría el corazón. Él no merecía su amor. Solo la había atraído hacia un mundo oscuro para satisfacer su egoísmo, su anhelo de sentir algo más humano, y hasta ahora el era consciente de lo horrible que fue con ella.

— Carlisle debería verse diez años más viejo de lo que se ve. Ya empezaron a notarlo —susurró Edward, tratando de justificar lo que venía.

Bella asintió lentamente, comenzando a entender. Estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de estar con él. No importaba lo que dijeran los demás.

— Okey, yo... tengo que pensar en algo que decirle a Charlie para ir...

— No.

La voz de Edward sonó firme, casi cortante, y eso hizo que Bella frunciera el ceño. Levantó la vista, y esta vez la mirada de Edward era fría, desprovista del amor que ella siempre había encontrado en él. Bella se estremeció, algo dentro de ella comenzaba a temblar de miedo.

— ¿No? ¿Qué... qué quieres decir? —preguntó Bella, con un hilo de esperanza de que no significara lo que temía.

— No vendrás, Bella.

Esas palabras resonaron en su cabeza, una y otra vez, mientras su corazón comenzaba a latir con fuerza.

La tensión en el aire se hizo palpable mientras Bella trataba de encontrar una explicación lógica para las palabras de Edward. Su corazón latía con fuerza, el miedo se apoderaba de ella. Negó con la cabeza, resistiéndose a aceptar lo que estaba oyendo.

— Edward, lo que pasó con Jasper no es nada. Solo fue un accidente.

Edward la miró, pero sus ojos seguían vacíos, llenos de una tristeza que lo consumía.

— Tienes razón. No fue nada, nada comparado con lo que podría haber sucedido. Es mi culpa, Bella —murmuró con una amargura que lo hería tanto como a ella—. Fue mi error pensar que esto funcionaría.

New Dawn | Edward Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora