Capitulo 11

1.6K 235 18
                                    

Margo se movía con una agilidad asombrosa, rodeando a Tanya en el bosque con una velocidad impresionante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Margo se movía con una agilidad asombrosa, rodeando a Tanya en el bosque con una velocidad impresionante. Su risa resonaba en el aire fresco, mientras la nieve se desdibujaba a su alrededor. Kate observaba desde un lado, sonriendo al ver cómo Margo jugaba con Tanya, disfrutando de la energía que emanaba de la recién llegada.

— ¿Estás molesta? — preguntó Margo, manteniendo un tono ligero mientras continuaba su danza alrededor de Tanya.

— No, — respondió Tanya, con un susurro de frustración en su voz.

— ¿Me odias? — insistió Margo, sabiendo que estaba provocando a Tanya intencionadamente.

— No, — volvió a responder Tanya, esta vez con un leve destello de irritación.

— Pero preferirías que nunca hubiera llegado con ustedes, ¿verdad? — Margo no se detuvo, con una sonrisa traviesa iluminando su rostro.

— ¡Margo! — Tanya finalmente la tomó del brazo, deteniéndola en seco. La expresión de Tanya reflejaba su cansancio e irritación ante la insistencia de la chica.

— Me lastimas, — bromeó Margo, fingiendo una expresión de tristeza dramática.

Tanya rodó los ojos, incapaz de contener una sonrisa ante la exageración de Margo. Sabía que la joven solo estaba bromeando, así que soltó su brazo con un suspiro resignado.

— Déjame en paz, — dijo Tanya, su tono era molesto.

Margo se detuvo por un momento, disfrutando de la ligera victoria en su pequeña guerra de ingenio, mientras Kate sonreía al ver la dinámica entre ambas. Margo sintió que la tensión en el aire cambiaba cuando Tanya se giró hacia ella, la seriedad en su mirada hacía que la atmósfera se volviera más densa.

— Habla conmigo, Tanya. Si no me lo dices, no sabré por qué estás tan molesta conmigo, — insistió Margo, queriendo que Tanya fuera honesta con ella.

Tanya respiró hondo, no porque realmente lo necesitara, sino para calmar sus pensamientos agitados. Había estado distante y fría con Margo en las últimas semanas, sus celos creciendo al ver cómo Edward se acercaba a la recién llegada. La inseguridad la había llevado a adoptar una actitud defensiva.

— Él nunca me prestó atención, — dijo finalmente Tanya, la frustración claramente visible en su tono. — Es diferente contigo. ¿Por qué tú? ¿Qué hiciste?

Las palabras de Tanya resonaron en el aire como un eco, llenas de vulnerabilidad. Margo se sintió sorprendida, no había imaginado que la atención de Edward pudiera afectar tanto a Tanya, si, sabía que Tanya sentía celos por su cercanía con Edward, pero no pensó que le afectaba tanto, Kate le había dicho que Tanya ya había superado a Edward cuando este le rechazó hace años atras.

— No hice nada especial, — respondió Margo, tratando de suavizar la situación. — Solo somos amigos. Edward es increíble, me agrada hablar con el.— agregó, dudando si debería ser más sincera sobre lo que sentía por él.

New Dawn | Edward Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora