Edward se separa de Bella luego del incidente de su fiesta de cumpleaños. Alejándose de ella busca refugio en la casa Denali donde conoce a la que sería su compañera de vida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era una noche tranquila en la casa de los Cullen, con el silencio de la madrugada envolviendo cada rincón. Eran más de las tres de la mañana y, aunque la casa parecía vacía, un aire de tensión aún flotaba en el ambiente. Justo unos minutos atrás, habían logrado convencer a Bella de que se fuera a casa.
Ella había insistido en querer hablar con Edward, pero Carlisle le aseguró que, en cuanto él regresara, iría a verla para aclarar las cosas. Aunque Bella se marchó a regañadientes, estaba decidida a volver al día siguiente y esperarlo si era necesario.
De repente, la puerta se abrió de golpe, rompiendo la atmósfera de calma. Edward apareció velozmente, con Margo en sus brazos, llevándola como si fuera una princesa.
— ¿Qué haces llevándola así? — preguntó Rosalie, esbozando una media sonrisa al ver la escena.
— Oh, me cansé en el camino. — respondió Margo con una sonrisa traviesa.
— Margo. — la llamó Jasper, sonriendo mientras observaba la interacción. — No te puedes cansar.
— Ya lo sé. Aguafiestas— Margo sonrió divertida, disfrutando del ambiente.
Los Cullen rieron suavemente ante la ligereza de la situación. Edward bajó a Margo de sus brazos, y ella corrió hacia donde estaban Alice y Jasper, sentándose al lado de su amiga con una expresión de curiosidad en su rostro.
— ¿Así que esta es la casa Cullen? — preguntó Margo, recorriendo la casa con la mirada. Su atención se detuvo en un piano que estaba en la sala. — ¡Un piano!
Sin pensarlo dos veces, se dirigió al banco y se sentó frente al piano, sus dedos rozando las teclas con fascinación. Edward la miraba, una sonrisa iluminando su rostro al ver cómo se sumergía en la belleza del lugar.
— Bonito. — comentó ella, admirando el piano.
Edward sonrió mientras observaba a Margo, sintiéndose completamente feliz. Era como si todo encajara y tuviera sentido con ella a su lado. Sin embargo, notó que el ambiente en la sala era ajeno a la alegría que ella irradiaba. Con un gesto suave, miró a su familia, buscando respuestas.
— ¿Qué sucede? — preguntó, su voz un poco más seria.
Carlisle lo miró con una expresión grave. — Bella estuvo aquí.
Los Cullen dirigieron sus miradas hacia Margo, esperando ver cómo reaccionaría. Ella, sin embargo, se centró en el piano, tocando una tecla suavemente, dejando que el sonido flotara en el aire, como un intento de desviar la atención.
— Quiere hablar contigo— continuó Carlisle, la seriedad en su tono no disminuyó.
— ¿Le explicaron cómo la protegeríamos? — preguntó Edward, sintiendo una mezcla de preocupación y resignación.
— Sí, pero ella no quiere hablar de eso. — comentó Jasper, su expresión reflejando una comprensión profunda de la situación. Edward asintió, sabiendo a qué se referían.
