✰ El choque fue inevitable, el impacto fue suave, pero suficiente para desorientarla, Madeline sintió el impacto y dio un pequeño paso atrás, su bolso resbalando de su hombro. Alzó la mirada para disculparse, y ahí fue cuando todo se detuvo.
Sus ojo...
Hoy ha sido uno de esos días en los que el tiempo parece detenerse. No he hecho mucho, la rutina de la cafetería me ha dejado agotada, y aunque el ruido de la ciudad sigue, me siento en silencio. En algunos momentos, me he encontrado mirando al vacío, pensando en todo y en nada a la vez. He hablado con Vicky por mensajes casi todo el día, algo que me ha sacado una sonrisa, pero al final del día, estoy sola.
Despues de completar todos mis pendientes me siento en el sofá de mi departamento, prendo la tele para ver una serie pero a medida que el capítulo avanza mi mirada se desliza hasta la esquina del cuarto. Ahí está, mi guitarra. La que mi abuela me regaló cuando era niña. No la he tocado en tanto tiempo que casi me había olvidado de ella.
No sé qué me lleva a levantarme. Tal vez es el cansancio mental o las emociones acumuladas. No lo pensó demasiado. Caminó hacia la guitarra, la tomó con mis manos con cuidado y me sentó en el sofá, permitiendo que mis dedos acaricien las cuerdas. Al principio, las notas salen torpes, como si mis dedos hubieran olvidado qué hacer. Pero poco a poco, empiezo a perderme en el ritmo, en las melodías que, de algún modo, aún recuerdan cómo fluir. Cada acorde parece liberar algo dentro de mí que llevaba demasiado tiempo reprimido.
Después de un rato, dejó de tocar y fui a buscar mi vieja libreta de composiciones, la misma que guardé en el fondo de un cajón hace tanto. La vieja, la que está llena de ideas y pensamientos que nunca llegué a desarrollar. La abrí con algo de nerviosismo, las páginas aún tenían garabatos de ideas, los viejos garabatos me miran como recuerdos de sueños pasados.
Sin pensarlo demasiado, tomo una pluma y empiezo a escribir. No pienso, solo dejo que las palabras salgan. Es como si todos esos sentimientos que he guardado durante tanto tiempo, por fin encontraran su salida. Una melodía se forma en mi mente, y pronto las palabras le siguen. Estoy componiendo, de nuevo, solo dejo que las palabras fluyan, como si todo lo que he guardado estos últimos meses, por fin encontró una forma de escapar.
Said she was a girl's girl, that's a lie Said she had my back, but she had the knife I could never do it once and she did it twice And you wonder why, and you wonder why We're not alike
We're not alike We're not alike
Told me him and I would look so good So when did you decide you want him instead? (You want him instead) No, I'm not saying I'm petty But there's no sayin' that you're so innocent (No, you're not innocent)
La noche avanza y no me importa. Estoy completamente sumergida en esto. Pero cuando termino la canción, me quedo en silencio, mirando las palabras que acabo de escribir. Siempre quise ser artista. Desde que tengo memoria, he soñado con este momento. Pero entonces, un nudo se forma en mi estómago. El miedo a lo que los demás piensen, a no ser lo suficientemente buena, siempre ha estado ahí.
La música siempre ha sido mi refugio, pero la idea de exponerme, de mostrar mi vulnerabilidad al mundo, se siente aterradora. "¿Y si no les gusta? ¿Y si nadie se interesa en lo que tengo que decir?" Decido cerrar la libreta, aunque en el fondo de mi ser quiero seguir escribiendo. Estoy dividida entre el deseo de seguir creando y el miedo a salir de mi zona de confort. Suspiro, sintiendo el peso de mis inseguridades.
La melodía resonaba en mi mente, pero al mismo tiempo, una sombra de duda se cernía sobre mí. Siempre había soñado con ser artista, pero resinaban en mi interior las voces de mi madre y mis "amigas" cuando lo intente por primera vez: "No puedes hacerlo", "No eres tan buena suficiente", "La música no es para ti".
Recordé cómo, después de que "You Broke Me First" se volvió viral, la presión de las expectativas me abrumó. En lugar de celebrar mi éxito, me hundí en la inseguridad. Mi mamá no creía en mí; me hacía sentir como si estuviera persiguiendo un sueño irrealizable, que a lo mejor me hice viral pero que no llegare a ser grande.
"Quizás debería conformarme con lo que tengo", murmuro para mí misma, pero sé que eso no es lo que realmente quiero. Quiero más. Quiero ser más. Miré la libreta llena de letras, mis pensamientos y sentimientos, y me pregunté si alguna vez tendría el valor de mostrarlas al mundo. La idea de ponerme de pie frente a un micrófono me llenaba de ansiedad, pero también de un deseo ardiente.
Me levanto y vuelvo a mirar la guitarra. Es un recordatorio de lo que una vez soñé ser. La toco suavemente, como si esa simple acción pudiera ayudarme a encontrar el valor que me falta. "Tal vez debería intentar dar el primer paso," pienso. Tal vez este sea el momento de empezar de nuevo, de abrazar lo que realmente amo.
La noche se hace más profunda, y en el silencio de mi departamento, empiezo a vislumbrar una pequeña chispa de esperanza. Quizás, solo quizás, la música sea el camino que me ayude a superar mis miedos y a abrazar quién realmente soy. Con un suspiro profundo, cerré los ojos y me dejé llevar por la melodía que aún sonaba en mi corazón, sintiendo que, por primera vez, estaba comenzando a encontrar mi voz de nuevo. Esta vez, no dejaré que el miedo me detenga. Tal vez, este sea el comienzo de algo especial.
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★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★ Holaaa, ya conocieron un poco mas de maddy y de su gran sueño frustrado que tiene, espero que les haya gustado, no olviden votar y comentar 🫶
