𝑻𝒉𝒐𝒔𝒆 𝒆𝒚𝒆𝒔 ✰ 𝐘𝐨𝐮𝐧𝐠 𝐌𝐢𝐤𝐨

• 7 •

POV: Maddy

El juego continuó, pero ya no era solo un juego. Sentía que con cada respuesta, una pequeña parte de mí se abría más hacia ella, y lo mismo pasaba con Vicky. Al final, habíamos pasado mucho más tiempo del que esperaba en esa charla, con el vino, las luces tenues, el fuego de las velas y la música como testigos.

Nos estábamos riendo de algo que había dicho Vicky cuando me acerqué a cambiar la música. Al mirar la pantalla de mi teléfono, me di cuenta de que ya era tarde.

— Ayy ya es bien tarde Vicky— dije asombrada al ver la hora que era

— Acho, sí es cierto, se nos hizo tarde, mami—respondió con una pequeña sonrisa, pero había un matiz de decepción en su voz al saber lo que pasaba después

—La verdad me pone triste pero creo que es mejor que ya te vayas, a pesar de que me estaba divirtiendo  mucho vicky —dije con un tono triste

— Yo también, mami, es muy divertido hablar contigo pero si ya es tarde — respondió Vicky, aunque su tono tenía un toque de tristeza

— si ya es tarde, y tú viniste manejando. Me da pendiente que andes manejando sola tan noche en una ciudad desconocida—le dije, intentando esconder mi preocupación detrás de una sonrisa.

— Gracias por preocuparte, Maddy, pero sí, es mejor que ya me vaya—dijo Vicky, asintiendo con la cabeza, aunque sus ojos decían lo contrario, como si tampoco quisiera terminar la noche.

— Pero no hemos acabado nuestra conversación todavía—le respondí, con una sonrisa traviesa—. Me tienes que contar cómo es que te suspendieron por jalarle el pelo a una niña—agregué, soltando una risita.

Vicky soltó una carcajada, negando con la cabeza.

— Ay, eso fue un desastre, mami, pero te lo cuento next time, ¿ok? Así tenemos excusa para vernos pronto—me guiñó un ojo antes de levantarse del sillón, dejándome con una sonrisa cómplice en el rostro.

Acompañé a Vicky mientras recogía sus cosas, asegurándome de que no olvidara nada. Nos dirigimos juntas hacia la puerta, y aunque sabía que ya era tarde, no podía evitar sentir una ligera tristeza de que la noche llegara a su fin.

— espero que te la hayas pasado bien y te hayas logrado distraer un poco de tu trabajo misterios que no me quisiste contar de que trata—dije, intentando mantener una sonrisa mientras la veía caminando.

—Ay, sí, definitivamente needed this break—dijo Vicky lanzándome una mirada cómplice—. Y no te preocupes, algún día te contaré mis secretos.

Solté una pequeña risa,

—espero que no seas de las que venden órganos— le dije soltando una pequeña risa

—Jajaja, mami, ¿cómo crees?—respondió Vicky riendo— Pronto te enterarás, todo a su tiempo—añadió, guiñándome un ojo

Ambas reímos mientras abría la puerta, pero no podía evitar sentir que no quería que el momento terminara todavía.

— Gracias, mami for everything de verda'—respondió con una sonrisa suave, girándose hacia mí cuando cruzó la puerta.

—Gracias a ti por venir—le respondí, sintiendo una calidez en mi interior mientras sonreía.

Me recargué en la puerta, y nos vimos a los ojos por un instante más, sintiendo esa conexión silenciosa entre nosotras. Ninguna decía nada, pero no hacía falta. Era como si, en ese momento, las palabras sobraran.