𝑻𝒉𝒐𝒔𝒆 𝒆𝒚𝒆𝒔 ✰ 𝐘𝐨𝐮𝐧𝐠 𝐌𝐢𝐤𝐨

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Nuestros cuerpos se movían en perfecta armonía, cada contacto enviando ondas de éxtasis a través de mi ser.

Vicky aumentó el ritmo, inclinando su torso para chocar nuestros centros y me dejo llevar por esta sensación cuando siento sus pliegues resbalar con los míos, moviendo su pelvis, enviando pequeñas corrientes a mi centro, haciéndome soltar varios gemidos.

Su cuerpo brilla por la leve capa de sudor, y el movimiento que hace con su pelvis hace que sus abdominales se contraigan, no podía dejar de verla y tocar su cuerpo mientras sentía que estaba por venirme por 2º vez en la noche. Vicky soltó un gemido ahogado, intensificando el ritmo de nuestros movimientos mientras nos sumergíamos aún más en el abismo del placer compartido.

Mis manos temblaban ligeramente mientras acariciaba el contorno de su cuerpo, cada roce enviando oleadas de electricidad a través de mí. Vicky me miró con una intensidad abrasadora, sus ojos azules casi negros brillando con un deseo que parecía consumirnos por completo.

— mierda... me voy a.. a correr - Le dijo entre gemidos mientras siento que espasmos invaden mi cuerpo, y me presiono aún más contra ella.

— yo también m..mami, aguanta pa' .. hacerlo juntas — dijo soltando gemidos y aumentando el ritmo, nuestros  jadeos mezclándose entre sí mientras nos mirábamos con deseo y amor.

El calor entre nosotras alcanzó su punto máximo, envolviéndonos en un frenesí de pasión desenfrenada y deseo incontenible. Mis manos se aferraban a Vicky con una urgencia desesperada, sus músculos se contraen junto con los míos, soltando leves gemidos, la agarro de el cuello y la atraigo para besarla mientras sentía que llegábamos al mismo tiempo.

Vicky con una sonrisa satisfecha se acuesta a mi lado, con su respiración aún algo agitada, me atrajo hacia ella, envolviéndome en sus brazos, descansé mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón, un sonido que me dio paz.

Nuestros cuerpos seguían temblando ligeramente, con las respiraciones entrecortadas mientras intentábamos recuperar el aliento. El calor todavía se sentía en el aire, envolviéndonos en una sensación de satisfacción y paz. Levante la cabeza para verla a los ojos, y encontré los suyos ya fijos en mí, con una sonrisa suave.

Vicky alzó una mano y, con la misma delicadeza que había tenido durante todo el momento, acarició mi mejilla. Sin decir nada, solo nos quedamos así, disfrutando del silencio compartido.

El tiempo parecía desvanecerse mientras seguíamos allí, acurrucadas bajo las sábanas. Las caricias de Vicky eran suaves, delicadas, como un susurro sobre mi piel. Sus dedos recorrían mi espalda con ternura, y nuestras respiraciones se fueron sincronizando, marcando un ritmo tranquilo. Sentí cómo sus piernas se entrelazaban con las mías, una conexión tan natural que me hizo olvidar todo lo demás.

La sensación de su cuerpo cerca del mío, su calor envolviéndome, nuestras respiraciones se hicieron más lentas, más relajadas, hasta que, sin darnos cuenta, el sueño nos alcanzó. La luz de la luna filtraba suavemente por la ventana, iluminando el cuarto mientras nos quedábamos dormidas, nuestros cuerpos aún entrelazadas, y el eco de nuestras respiraciones se convirtió en una melodía silenciosa en la quietud de la noche.

No necesitaba palabras para comprender que lo que estábamos compartiendo era algo único, algo real. En ese abrazo, con su cuerpo pegado al mío, caímos en un sueño profundo.

Me quedé dormida en sus brazos, sabiendo que, por primera vez en mucho tiempo, había encontrado un lugar donde, me sentí segura, en paz y completamente feliz en los brazos de alguien.

A mitad de la noche, algo me despertó. Era Vicky, que se movió ligeramente, buscando acomodarse, y me hizo abrir los ojos. Por un segundo, me quedé allí, inmóvil, observándola mientras dormía.