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Narrador omnisciente

El aeropuerto de Los Ángeles, abarrotado como siempre, zumbaba con el sonido de maletas rodando, conversaciones en múltiples idiomas y los constantes anuncios sobre vuelos. Madeline caminaba con pasos apresurados, sintiendo cómo el pánico se agitaba dentro de ella al ver la cantidad de gente alrededor. Desde pequeña, las multitudes le habían provocado una sensación de asfixia, y hoy no era la excepción. Solo quería salir de ahí lo antes posible, así que mantenía la mirada baja, enfocada en no tropezar con nadie. Estaba tan centrada en su prisa que no vio a las personas que venían en dirección contraria.

El choque fue inevitable, el impacto fue suave, pero suficiente para desorientarla, Madeline sintió el impacto y dio un pequeño paso atrás, su bolso resbalando de su hombro. Alzó la mirada para disculparse, y ahí fue cuando todo se detuvo.

Frente a ella, había una chica de pelo como rubio tirándole a platinado con una hoodie negra y pants negros, pero lo que más le llamó su atención fueron sus ojos, era de color azul intenso, brillando con una profundidad que parecía hipnotizarla. El tiempo, que hasta hacía un segundo corría con urgencia, se desvaneció. Ambas se quedaron inmóviles, mirándose en silencio, como si el aeropuerto alrededor hubiese dejado de existir.

Por un instante, el pánico de Madeline desapareció. Los ojos azules frente a ella tenían una extraña calma que la anclaba al lugar, la hacían sentir expuesta y a la vez conectada de una manera inexplicable. Las palabras no eran necesarias, y en esos segundos de mutuo asombro, sintió que algo poderoso había ocurrido, aunque no podía entender qué era.

—¿'Tas bien? —preguntó la persona con la que chocó Madeline, con una leve sonrisa que intentaba romper la tensión del momento.

Madeline, todavía aturdida, asintió sin saber bien qué decir, todavía hipnotizada por esos ojos azules.

Sin embargo, la realidad volvió a golpear de inmediato. Madeline recordó que debía irse, la ansiedad volvió a asaltarla, y el bullicio del aeropuerto regresó con toda su fuerza. Parpadeó, rompiendo el hechizo de la mirada.

—ehh.. sisi, perdón—murmuró apresuradamente, con una mezcla de nerviosismo y urgencia.

— perdón, fue mi culpa, no vi a donde iba—agregó la persona, con una sonrisa se tornaba más suave, menos distante.

Y sin dale más tiempo de que la chica diga algo mas, Madeline se agachó rápidamente a recoger su bolso y se giró y continuó su camino, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Sintió una necesidad desesperada de salir de ahí, de escapar de la multitud y de esa extraña conexión que había sentido, no entendía por qué, pero algo en esos ojos la había dejado un sentimiento de paz en el pecho. Un simple choque, unas pocas palabras, una simple mirada.

Detrás de ella, la chica se quedó inmóvil, desorientada. Algo en ese breve intercambio había sido distinto. Era solo un choque, un accidente común en un lugar tan lleno como el aeropuerto, pero la manera en que esos ojos verdes la habían mirado, la manera en que se habían quedado atrapadas en esa burbuja de silencio, la dejó con una sensación extraña, como si hubiese perdido algo en el momento en que Madeline se fue.

Mientras Madeline desaparecía entre la multitud, la chica se quedó quieta, sin poder sacudirse la sensación de que, por más breve que hubiera sido, ese encuentro había sido algo más que un simple accidente.

Las dos chicas sin saber aún quién era la persona con la que acababan de encontrarse, solo sabía que, por alguna razón, la conexión que había sentido en ese breve momento no se iría fácilmente de su mente.

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holaaa, espero que les haya gustado el capitulo!
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Byee
𝐀𝐭𝐭: 𝐘𝐨 💗

𝑻𝒉𝒐𝒔𝒆 𝒆𝒚𝒆𝒔  ✰ 𝐘𝐨𝐮𝐧𝐠 𝐌𝐢𝐤𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora