L Después de poner la pasta sobre la mesa, me di cuenta de que no tenía las copas listas para el vino. Un poco apurada, me levanté y fui hacia la cocina.
—Voy por las copas, ya regreso—le dije a Vicky, tratando de disimular los nervios que me comenzaban a subir otra vez.
Mientras buscaba en el armario las copas, escuché a Vicky desde la mesa.
—Mami, si quieres, yo puedo abrir el vino—me ofreció con su tono casual y relajado.
—Sí, porfavor que casi nunca lo puedo abrir— le respondí, agradecida de no tener que lidiar también con eso en ese momento.
Volví a la mesa con las copas en mano, le entregue el sacacorchos a Vicky y ella ágilmente estaba girando el sacacorchos con una habilidad sorprendente. Verla tan natural, tan confiada, me hizo sentir una mezcla de admiración y nervios. No parecía haber una sola cosa que la hiciera perder la calma.
—Aquí vamos—dijo mientras terminaba de abrir la botella y comenzaba a servir el vino con una sonrisa coqueta— Nada mejor que un buen vino pa' acompañar una buena cena.
Nos sentamos y empezamos a servirnos la pasta. El ambiente estaba cargado de esa energía que no necesita nada más para sentirse especial. El sonido de las copas tintineando y los platos llenándose marcaban el inicio de la cena.
— provecho, espero que te guste— dije sonriéndole y nerviosa.
— Mmm, vemos—dijo Vicky cerrando los ojos y disfrutando el primer bocado—. Mmm— vi cómo abrió los ojos sorprendía y hizo un ruido de satisfacción— mami, pasta está brutal— dijo mientras asistía y llevaba otro bocado a su boca— #
Te queda bien la cocina, ehhhSolté una risa, sintiendo cómo poco a poco los nervios se desvanecían un poco más, al ver que si le gusto la pasta.
—Gracias, me alegro que te haya gustado—le respondí, todavía un poco sonrojada—
No es nada fancy, pero lo hice con cariño—añadí, encogiéndome de hombros y tomando un sorbo de mi vino para calmar los nervios.Vicky sonrió de lado, juguetona, mientras levantaba su copa también.
—Pues con cariño sabe mejor, mami—respondió, dándole un guiño antes de tomar un trago—
Al ver como me miraba con esa mirada suya que me atravesaba, pero no de manera incómoda, sino como si de alguna forma me viera por completo, hacia mi interior disparar y temblar.
Seguimos comiendo entre risas suaves, esos momentos en los que no necesitas decir mucho porque todo fluye. Cada bocado hacía que me sintiera más relajada, y con cada sorbo de vino, sentía que la conversación se iba soltando como un lazo que se desata poco a poco.
—¿Y tú cocinas así de rico siempre, o fue porque tienes invitada?—preguntó Vicky, mirándome con una sonrisa traviesa.
—Bueno, trato de no quemar la comida cuando hay visitas—bromeé, limpiándome las manos en una servilleta—. Aunque no sé si fue suerte o talento.
—Pa' mí que fue talento, mami. Deberías cocinar más seguido, no te puedes quedar con esa pasta escondida—me dijo, llevándose otro bocado a la boca y asintiendo, claramente disfrutando.
Solté una risa, tratando de disimular el calor que subía por mis mejillas.
—Bueno, cuando quieras... ya tienes mi número—respondí, aún un poco nerviosa, pero tratando de sonar confiada.
Vicky sonrió y me lanzó una mirada juguetona.
—That's true, mami, ya tengo tu número...—dijo, guiñándome un ojo mientras se inclinaba y recargaba sus codos en la mesa con una sonrisa juguetona.

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INTERLINKED ✉︎ Young Miko
FanfictionMadeline es silencio, inseguridad y sueños escondidos en una libreta. Victoria es luz, fama, y aunque todos la ven... muy pocos realmente la conocen. Busca algo que se sienta real. Un choque. Una mirada. Una conexión inevitable. No fue casualidad. F...