INTERLINKED ✉︎ Young Miko

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— Hola, mucho gusto. Soy Madeline, pero me pueden decir Maddy o como ustedes prefieran —dije nerviosamente, sintiendo un ligero rubor en mis mejillas.

— Hola, Maddy, yo soy mauro — respondió Mauro, con un saludo amistoso—. He escuchado mucho sobre ti. Vicky no deja de hablar de ti.

— Oh, ¿en serio? —dije, volteando a ver a Vicky con una sonrisa en mi rostro, y ella me la devolvió de manera nerviosa

— ¡Sí! Desde que se chocaron en el aeropuerto, no hay día que no hable de ti. Por cierto, soy Jonuel, pero me dicen Jonu. Me encantó tu outfit, Maddy —dijo, sonriendo con amabilidad.

— Gracias, Jonu —respondí, sintiendo que mi rostro se sonrojaba de nuevo. Su cumplido me hizo sentir mas segura

— ¡Acho, cabrón! ¡Shhh! No la traje para que me exhiban delante de ella —dijo Vicky, sonrojada, mientras se ponía pachosa

Maddy no pudo evitar reírse también, sintiendo que la tensión del momento se aligeraba un poco. Aunque la vergüenza de Vicky le parecía adorable.

— Puñeta, no es nuestra culpa que no dejes de hablar de ella. Yo soy Josh, mucho gusto, Maddy —dijo, extendiendo su mano con una sonrisa amigable. Su energía era contagiosa, y Maddy sintió un alivio al ver que el grupo era tan acogedor.

— Igualmente —respondió Maddy, devolviendo el apretón de manos

Siguieron hablando un rato más, riendo y lanzando bromas sobre Vicky, quien se sonrojaba cada vez más ante las ocurrencias de sus amigos. Maddy se sentía cómoda, disfrutando del ambiente.

Finalmente, Vicky, con una sonrisa, le hizo una señal a Maddy y la apartó suavemente del grupo. — voy a ir por las bebidas. ¿Qué quieres tomar, mami? —me preguntó, mirándome a los ojos

— Umm, la verdad no sé mucho de bebidas, así que te voy a dejar escoger, solo que sea algo no tan cargado —le respondí, mientras buscaba en mi cartera para ofrecer pagar.

Vicky soltó una pequeña risa, deteniendo mi mano antes de que pudiera sacar el dinero. — Nah, mami, olvídate de eso. Hoy yo invito —dijo con seguridad, guiñándome un ojo—

Le devolví la sonrisa mientras la veía alejarse hacia la barra, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. No pude evitar bajar mi mirada y fijarme en cómo se le veían los pantalones que traía puestos, le favorecían demasiado, pensé mientras me mordía el labio

Suspiré y me di la vuelta, desando que nadie me haya visto observándola, pero al mirar para enfrente estaba mariana mirándome con una sonrisa traviesa

— Sabes, Vicky estaba nerviosa antes de ir por ti —dijo Mariana

— ¿En serio? — dije alzando una ceja, sorprendida—. ¿Por qué?

Mariana sonrió de lado, como si hubiera estado esperando esa reacción.

— Sí, estaba preocupada por si no te sentías cómoda o si algo no salía bien —dijo con una mirada cómplice.

— ¿En serio? — repetí, ahora más intrigada. No podía imaginarme a Vicky, siempre tan segura, nerviosa por algo tan simple como una fiesta.

No pude evitar sonreír un poco, aunque una parte de mí también se sintió nerviosa por saberlo. La idea de que Vicky, la misma Vicky que siempre parecía tan desenvuelta y relajada, hubiera estado inquieta por nuestra salida me tocaba de una forma que no esperaba.