twenty nine

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Hailey's POV

La tormenta fue horrible y por al menos 4 horas estuvimos encerrados en el hotel -que no estaba para nada cerca del nuestro- pero supimos matar el tiempo jugando y viendo películas.

—¡Eres una tramposa! Yo opino que deberíamos sacar a Hailey del juego.

—¡Oh vamos Joe porfavor! Eres un pésimo perdedor.

—Nick dile algo.

—¿Qué le voy a decir hermano? Ella jugó limpio.

Ahora nos encontrábamos jugando monopoly y Joe era un asco en esto.

—Tramposa -me sacó la lengua.

—Infantil -se la saqué yo de vuelta.

—¡Miren! -nos dijo Leiver mirando desde la ventana- ¿Qué tan loco es que ahora esté despejado?

—¿Enserio? -me levanté a mirar- Hace 10 minutos pareciera que iba a caerse el cielo, llamaré a mamá para decirle que ya nos vamos.

—¿Tan pronto? ¿No creen que es peligroso? -intervino Joe- Las calles están resbalosas aún.

—No pasa nada Joe -rodé los ojos.

—Lo mejor seria que pasaran la noche aquí, después de todo ya es medianoche y no creo que a tu madre le importe que pasen la noche con un par de súper estrellas ultra guapas.

—¿One Direction está por aquí? -agregó Abby.

—Ay cállate, ni siquiera eres de esa época.

—Para que sepas, eres más agradable solo cuando te veo por fotos y tienes la boca cerrada.

Mientras todos escuchábamos atentos la pelea, yo oí a Kevin bostezar.

—Creo que ya es un poco tarde para que un viejo como yo esté despierto.

—Solo tienes 36 Kevin, no seas dramático -le dijo su hermano menor.

—De todas formas me iré a la cama, mañana tenemos otro show así que buenas noches a todos -alzó la mano en modo de saludo.

—Que descanses Kevin, dale las gracias a Danielle de mi parte por el pijama -hablé.

—No es nada linda, estará encantada -me sonrió y luego salió de la habitación.

Luego de que llegáramos al hotel -y que con mis dos acompañantes estuviéramos estilando-, Danielle nos ofreció un poco de su ropa seca y Joe aportó con una de sus playeras exclusivamente para mi.

—Te estoy hablando -sentí un cojín aterrizar en mi cara.

—La delicadeza no es una de tus virtudes Joe -se lo devolví y el rió.

—Te preguntaba si iban a quedarse, puedo pedir un colchón extra o algo así -se alzó de hombros.

—Aún que no quiera admitirlo, el cabeza hueca de Joe tiene razón -dijo mi hermana.

—Pero se quedan con la condición de que Abby duerma en el piso -agregó.

-reí- ¿Tú que opinas Leiv?

Me voltee a verlo pero él estaba en el sillón echo bolita durmiendo plácidamente.

—Bueno, creo que no tienen opción, iré por una manta para Leiver.

A week -JOE JONAS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora