—¡Me alegra saber eso! Pero bueno, pensaba que traería a los tres juntos de regreso a casa, pero bueno, al menos me alegra que te la hayas pasado bien. —dijo su padre mientras encendia el motor y empezaba a conducir.
Mientras tanto, Max en uno de los asientos traseros sé acomodo su cinturón de seguridad por si acaso y empezó a revisar su teléfono, recibiendo casualmente un mensaje de Dan.
Max sonrió al ver aquellos mensajes y guardo su celular en el bolsillo, estaba feliz que sus amigos aceptarán aquel gusto que tienes, a diferencia de sus compañeros de su antiguo colegio, siendo que nunca lo había revelado.
Suspiró y disfruto del viaje él cuál no iba a ser muy largo, recostandose contra su asiento y cerrando los ojos, hasta que después de aproximadamente quince minutos después sintió cómo llegó a su casa, por lo que desabrochó su cinturón y salió del carro, para ir junto a su padre y que el abriera la puerta de su hogar.
Sus dos hermanos se encontraban en la sala viendo la TV pero Max estaba muy cansado y quería descansar, fue hacia su cuarto y se acostó en su cama, empezando a desvestirse lentamente, quitándose los zapatos, los calcetines, su pantalón y su camisa, acostándose en su cama con ropa interior.
Soltó un suspiro al estar en un gran estado de relajación, había sido un largo día y planeaba tomar una siesta, sin embargo al cerrar los ojos, su teléfono soltó un ruido de notificación, por lo qué, obviamente con algo de curiosidad fue a revisar, solo para ser sorprendido con un mensaje de Azael.
Max sonrió, se sentía feliz que ambos de sus amigos entendieran su gusto, parecía que se la pasaría bastante bien en el colegio, estando acompañado de unos amigos que no lo juzgarían y un salón lleno de chicos guapos.
Suspiró nuevamente y cerró los ojos mientras dejaba su teléfono a su lado, está vez no sonó alguna otra notificación por lo qué, sin distracciones en solo cuestión de minutos Max quedó profundamente dormido, con las cortinas de su cuarto cerradas para que no entrara luz y pudiera dormir fácilmente.
—Zzz...—
Pasaron algunas horas, hasta que finalmente, siendo ya las 5:00 de la tarde despertó al escuchar cómo tocaban la puerta, Max estaba algo mareado y confundido aún por haberse despertado de forma tan brusca.
—La puerta está abierta, pasa. —menciono Max con una voz ronca.
Suspiró mientras se frotaba los ojos, entonces escuchó el sonido de su puerta abriéndose, al ver a aquella persona era su hermano Alex, estaba vestido completamente, parecía estar preparado para salir.
—¿Me puedes acompañar al parque? Quedé a jugar con unos compañeros pero necesito que me lleve alguien, le iba a preguntar a Lynx pero el se fue con sus amigos. —mencionó el hermano menor.
—¿Quieres que vayamos en mi motocicleta? Podrías ir caminando, no está tan lejos, busca la dirección en tu teléfono. —suspiró Max, ciertamente no teniendo muchas ganas de acompañarlo.
—Ándale vamos, incluso te traje tus botas apestosas, tus guantes y tú casco y el mío también, solo falta que te vistas. —dijo Alex con una sonrisa.
—No son apestosas... Quieres que te lleve y te andas burlando de mis botas, Jaj.. está bien, vayamos, sin embargo me debes un masaje en mis pies cuando regresemos. —respondió Max riéndose en modo de burla mientras iba a vestirse, colocandose ropa cómoda, seguido de su casco y sus guantes de motocicleta por precaución.
—¿Y si tienes moto por qué no vas para la escuela en ella? —preguntó Alex con curiosidad mientras salía de su casa.
—Papá me quería llevar, de cualquier forma en la mañana tengo demasiado sueño y no puedo conducir con sueño. —Max dió un vistazo a su teléfono, viendo la dirección del parque y asegurándose de esta, antes de subirse a su moto y prender el motor.
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Max: El Chico Nuevo del Colegio
Teen FictionMax, un joven chico sé encuentra con una situación terrible para muchos: Un cambio de ciudad y por lo tanto, empezar de cero su vida, tanto en el ámbito académico a su vez cómo el social. Pero para su fortuna, pronto sé dará cuenta que sus nuevos am...