VII - Calcetines Sudados

16 6 0
                                    

Ya eran las 6:00 AM; su alarma lo despertó justo a tiempo. Un día más, un amigo más era el pensamiento que últimamente Max había tenido. El primer día de clases había llegado a conocer a Azael, a Dan y a Sebastián; el segundo, a Marshall, y el tercero había profundizado su relación con Rocky. Hoy era el cuarto día y, si seguía así, probablemente ganaría más y más amigos. Claro que Azael y Dan eran los principales y ellos siempre serían sus mejores amigos; sin embargo, nunca está mal tener más amigos. Max era bastante sociable, así que siempre prefería estar rodeado de otros chicos a estar solo.

—¡Ya despiértate, vago! —dijo Lynx en voz alta, aunque parecía estar bromeando.

—¡Déjame dormir! Solo otros cinco minutos más... —respondió Alex en un tono cansado.

Max podía escuchar esto en la habitación de al lado, lo cual hizo que riera un poco mientras se estaba vistiendo, colocándose los Vans que siempre solía usar y demás prendas hasta quedar completamente vestido. Entonces salió de su habitación y dio un vistazo a la habitación de Alex, viendo cómo Lynx seguía intentando levantarlo.

—Pff, está bien, si se te hace tarde, ya te lo advertí. —dijo Lynx mientras soltaba el brazo de su hermano y salía de su habitación.

Los dos hermanos mayores bajaron las escaleras y empezaron a desayunar, mientras su padre se encontraba acomodando algunos papeles en su portafolio. Después de un par de minutos, Alex también bajó de su habitación y se sentó al lado de los hermanos.

—Bueno, al menos si bajaste. Pensé que hoy te ibas a quedar dormido. —dijo Lynx burlándose mientras sonreía.

—Como sea. —respondió Alex mientras empezaba a morder una galleta.

Pasaron los minutos y, cuando terminaron de desayunar, su padre los llevó al colegio. Como era costumbre, cada uno fue por un camino diferente a su salón. Cuando Max llegó y se sentó, saludó a Dan y Azael.

—Entonces... ¿Ya tienes alguna idea de a qué club quieres meterte, Max? —preguntó con curiosidad el chico de la gorra roja.

—La verdad, aún no tengo ni idea. No he pensado sobre eso, la verdad. —confesó Max.

—No te preocupes por eso, aún hay bastante tiempo para que puedas elegir. Aparte, si no eliges ninguno, también está bien; los clubes son opcionales. —dijo Dan mientras le daba unas palmadas en el hombro para animarlo.

Los chicos continuaron hablando hasta que llegó el profesor y empezaron a tomar apuntes. Las clases transcurrieron normales, realmente sin mucho que mencionar, hasta que, en medio de la clase de matemáticas, aunque estuviera viendo sobre las ecuaciones y cosas similares, otra cosa estaba llamando más su atención. El chico a su lado jamás le había parecido interesante, hasta ahora... Esta vez se había quitado los zapatos y parecía estar haciendo shoeplay debajo de la mesa, aunque sin ninguna intención, claramente siendo inconsciente de la reacción que esto estaba teniendo sobre Max. Sin embargo, Max intentó no pensar en eso y solo continuó en sus asuntos, hasta que entonces una hoja arrugada cayó sobre su cuaderno, interrumpiéndolo.

El mensaje era claro, pero a su vez estaba algo confundido. ¿Por qué alguien le lanzaría ese papel? Debido a esto, Max se volteó intentando ver alguna pista sobre quién le había lanzado la hoja, pero todos los demás chicos parecían enfocados en sus trabajos; ninguno lo estaba mirando y ninguno parecía sospechoso. Por lo cual, con algo de desconfianza, dobló el papel de forma cuidadosa y lo guardó en su bolsillo para continuar con sus apuntes prácticamente como si nada más hubiera pasado.

Pasaron los minutos y la clase había terminado, así que, siendo ya tiempo de receso, Max se levantó de su asiento y junto a Dan y Azael empezaron a caminar entre los pasillos. Max tenía algo de curiosidad de preguntarles a sus amigos si alguno de ellos, por casualidad, pudiera reconocer la letra, pero decidió mantenerlo como un secreto solo para él. Así que, en su lugar, simplemente se sentaron y empezaron a comer.

Max: El Chico Nuevo del ColegioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora