Las siguientes clases pasaron con normalidad, Max sólo se enfocaba en tomar apuntes de las explicaciones de sus profesores, justo igual que sus compañeros, aquellos temas no eran difíciles para Max sin embargo igual les prestaba bastante atención, estando enfocado en sus asuntos.
Sin embargo toda aquella atención fue arrebatada al sentir cómo alguien tocaba su hombro izquierdo, por lo qué volteó su cabeza en aquella dirección.
—¿Me prestas un lápiz? Se me olvidó el mío . —preguntó el chico sentado a su lado, Max sé quedó congelado por un momento.
Aquel chico era el más apuesto que había visto en toda su vida, sus ojos eran de color marrón claro, su cabello era negro azabache, su piel era levemente bronceada, tenía un septum en su nariz, su cuerpo también lucía bastante bien formado, pero lo que lo termino de sorprender fue qué, al bajar la mirada de su rostro a sus pies, pudo ver lo grandes que eran, incluso más que los de el mismo.
Eran los pies más grandes de toda la clase o incluso quizás de toda la escuela, delgados y largos, aparte de qué ambos estaban usando el mismo modelo de Vans, aunque las del contrario notablemente en mejor condición, todo esto hizo que Max se enamorara a primera vista de aquel chico.
—¡Si, Claro! Toma. —Max metió su mano en su lapicera y sacó un lápiz que le sobraba, estiró su mano y se lo entrego al chico de al lado.
—¡Gracias! —respondió el chico de al lado mostrando una sonrisa amigable la cuál hizo que Max sólo se enamorara más de él.
Sus manos se rozaron por apenas un momento, los dedos de Max sintiendo la piel suave del chico, notando el anillo plateado que este tenia en su mano, eventualmente tomó el lápiz y continuo en sus asuntos, mientras que Max hizo lo mismo, aunque teniendo demasiada curiosidad sobre aquel chico.
La clase termino y afortunadamente ya era hora de receso, un pequeño break de apenas media hora que le servía a los estudiantes para poder moverse a otra area, comer o simplemente descansar, claramente Max no tenía ni idea de a dónde ir pero por suerte Azael y Dan se acercaron nuevamente a el.
—Síguenos, iremos a la cafetería. – mencionó Dan, levantándose de su asiento y saliendo del salón, Azael estaba detrás de él, siguiéndolo.
Max asintió y los tres chicos fueron a la cafetería, Max pensaba en gastar algo y ahorrar el resto, sin embargo Dan le regaló unas galletas de manera amistosa, por lo que mantuvo su dinero guardado, quizá le sería de utilidad después.
Los chicos se habían sentado en una banca y charlaban sobre cualquier cosa, ya que Dan y Azael tenían curiosidad de Max, debido a que era el chico nuevo, sin embargo Max tenía ganas de preguntarles sobre el chico de al lado, por lo cuál al terminar la plática del tema anterior, Max volvió a hablar.
—Oigan... ¿Cómo se llama el chico qué se sienta a mi izquierda? El que me pidió un lápiz. —mencionó Max, con curiosidad.
—Ah, ése es Sebastián. — Respondió Azael, sin mucho interés en su tono de voz, se podía intuir que no eran amigos, claro, no se llevaban mal pero no era común que intercambiarán palabras.
—Exacto, es bastante interesante siendo honesto, el fue el único que no sé quiso meter a ningún club cuándo comenzaron las convocatorias, supongo que sólo aprecia el tiempo libre. —dijo Dan con tranquilidad, dandole un bocado al sándwich que había comprado.
Detrás de los tres chicos alguien más se acercaba a ellos, tocando la espalda de Max tratando de causarle confianza. —¿Acaso alguien menciono club? —
Dan parecía bastante feliz ante la presencia del contrario, aunque Azael sólo rodeó los ojos, no siendo muy fan del entusiasmo atlético.
—Mi nombre es Matthew y soy el líder del equipo de fútbol... Tú eras Mark, O algo así... ¡Ah si! Max, bienvenido a la escuela. Si tienes planeado unirte a algún club para tener puntos extras te recomiendo el mío, estoy seguro que te la pasarás muy bien. —dijo de forma muy energética, era muy positivo y por tal razón a Azael le desagradaba un poco.
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Max: El Chico Nuevo del Colegio
Ficção AdolescenteMax, un joven chico sé encuentra con una situación terrible para muchos: Un cambio de ciudad y por lo tanto, empezar de cero su vida, tanto en el ámbito académico a su vez cómo el social. Pero para su fortuna, pronto sé dará cuenta que sus nuevos am...