Era una noche fresca y tranquila de un miércoles, cuando Lynx regresó a el apartamento después de tener un día difícil. Estaba molesto y disgustado por alguna razón. Se metió rápidamente en su habitación, sin decir una palabra a nadie, sabía que no estaba su padre pero no vió a sus hermanos en la sala.
Sin embargo, apenas había cerrado la puerta de su habitación fue cuando escuchó risas provenientes de la habitación de al lado. Algo molesto por esto pero a la vez curioso, Lynx salió de su habitación para ver qué estaba sucediendo. Se asomó por la puerta abierta y se encontró con una escena familiar: sus hermanos Alex y Max estaban jugando.
Max tenía a Alex atrapado en el suelo, enrededado en una sábana, momificado, y Max le hacía cosquillas en los pies. Alex estaba riendo y retorciéndose tratando de escapar, pero no podía liberarse del fuerte agarre de su hermano.
Max arañaba con firmeza las suaves y pálidas plantas que estaban ligeramente cubiertas en una capa de sudor en los pies de su hermano. Sus dedos se deslizaban suavemente por la curva del arco, rozando las delicadas almohadillas y el suave talón.
Los pies de Alex eran como una obra de arte, hermosamente moldeados y modelados por la naturaleza. Sus plantas, suaves como la seda y blancas como la nieve, eran un contraste perfecto con el color cálido y suave de su piel gracias a cómo la luz del sol besaba cada parte de su cuerpo a excepción de sus pies por la cobertura de los zapatos.
El sonido de las uñas de Max rascando la piel sudada de los pies de Alex llenaba la habitación, y las risas de Alex eran cómo música para los odios de Max, sin embargo para Lynx el caso era diferente.
Debido a que no sé encontraba precisamente en buen humor, le estaba estresando escuchar la risa de Alex, apesar de eso sabía que Max no sé detendría si simplemente sé lo ordenaba, por lo que para poner orden en la situación Lynx sé acercó por detrás de Max, y al verlo igualmente descalzo cómo Alex, comenzó a hacerle cosquillas rápidamente, interrumpiendo a Max y haciéndolo comenzar a reír.
—Ya déjalo tranquilo. —Dijo Lynx después de unos minutos de hacerle cosquillas a Max.
El mayor de los hermanos sujetaba sus dedos con fuerza y con su otra mano coaquilleaba entre estos, algo que hacía a Max estallar se la risa y pataleaba intentando escapar.
Después de eso Lynx ayudó a Alex a poder librarse y posteriormente ambos salieron de la habitación de Max, dejándolo algo confundido por la actitud de Lynx, en cualquier otra situación a Lynx le gustaba meterse en las guerras de cosquillas y ayudar a Max a hacerle a Alex, pero está vez era diferente y sabia que había algo raro con Lynx.
Por otro lado, el mayor de los hermanos se dirigió a su habitación y sé encerró ahí, quitándose los zapatos y colocándose los audífonos junto a algo de música para intentar relajarse.
Sus pies estaban sudados y calientes, después de un largo día de caminar y trabajar en sus proyectos. El sudor había empapado sus calcetines y sé decidió quedar descalzo.
Mientras tanto, Max planeaba una buena forma de intentar mejorar el estado de ánimo de su hermano, no sabía el porque parecía tan molesto, pero igual quería ayudarlo, después de unos minutos decidió llevar a cabo su plan.
Max se acercó sigilosamente a la puerta de la habitación de Lynx, tratando de no hacer ningún ruido para no alertar a su hermano. Sabía que Lynx estaba de mal humor, pero no podía dejarlo así, necesitaba hacer algo para animarlo.
Max se acercó sigilosamente, agachándose para tener una vista clara de los pies de Lynx.
Los pies de Lynx eran bastante similares de los de sus hermanos. Aunque ciertamente eran más grandes, con dedos largos y fuertes. Había algunas cicatrices en los tobillos probablemente el resultado de años de entrenamiento en básquetbol. A pesar de eso, sus pies seguían siendo suaves y bien cuidados, con unas uñas recortadas y pulidas y las plantas igual de suaves que el resto de sus hermanos.
Max se acercó aún más, sintiendo la suave textura de las sábanas de la cama debajo de sus pies descalzos. Luego, con un rápido movimiento, comenzó a hacerle cosquillas a los dedos de los pies de Lynx.
Después de unos segundos, comenzó a retorcerse y reír, tratando de sacudir los pies. Max estaba haciendo cosquillas cada vez más rápido y fuerte en los dedos de Lynx, provocando carcajadas cada vez más fuertes y prolongadas, sin embargo al deslizar sus dedos por la piel blanda y acolchada de los pies de Lynx, fue directamente hacia sus talones, los cuáles comenzó a cosquillear enfocando toda su atención en ellos.
Lynx sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al sentir las cosquillas en sus talones, y sus risas se volvieron aún más fuertes y agudas. Trató de apartar los pies de Max, pero el chico era más rápido y estaba decidido a hacerlo reír.
Finalmente, Lynx no pudo soportarlo más y explotó en una risa histérica, revolviéndose en la cama mientras Max seguía haciendo cosquillas en sus talones. Rindiendose, siendo incapaz de resistirse a las cosquillas de Max por más tiempo. Se echó hacia atrás en la cama, jadeando por el esfuerzo y riendo al mismo tiempo.
Finalmente, después de unos minutos de cosquillas, Max se detuvo, permitiendo que Lynx pudiera respirar y calmarse. Lynx lo miró, aún tratando de recuperar el aliento, pero finalmente comenzó a sonreír.
—Eres un idiota Max. —Dijo Lynx, pero su tono indicaba que estaba agradecido por la distracción.
Max sonrió, sintiendo una sensación de alivio al ver a su hermano mayor relajarse un poco. Sabía que no podía arreglar todos los problemas de Lynx, pero esperaba que esta pequeña muestra de afecto pudiera ayudarlo a sentirse mejor.
—¿Ya te sientes mejor? —Preguntó Max, deslizando su dedo índice una última vez por el arco de Lynx, causando que sus pies temblaran antes de finalmente dejar sus pies tranquilos.
—Sí, un poco. —Respondió, girándose hacia Max.
—Solo necesitaba un poco de distracción. La verdad es que he tenido un problema con mis amigos.—Siguió hablando mientras miraba a Max.
—¿Qué fue lo que pasó? —
—Una discusión estúpida, no es muy importante, pero de todas formas me había hecho sentir mal, me alegra que me hayas hecho cosquillas, aunque sí me hubiera dado cuenta que te metiste a mi cuarto, te hubiera hecho cosquillas otra vez para castigarte. —
—Entonces que alivio, me alegra ser sigiloso. —
Ambos hermanos rieron y posteriormente, Max simplemente sé levanto y fue a su habitación mientras que Lynx volvió a colocarse los audífonos para poder relajarse.
ESTÁS LEYENDO
Max: El Chico Nuevo del Colegio
Teen FictionMax, un joven chico sé encuentra con una situación terrible para muchos: Un cambio de ciudad y por lo tanto, empezar de cero su vida, tanto en el ámbito académico a su vez cómo el social. Pero para su fortuna, pronto sé dará cuenta que sus nuevos am...