Habían pasado ya algunas horas desde que Dan y Azael sé habían ido de el hogar de Max, mientras tanto esté último se encontraba en su habitación, acostado en su cama y viendo su teléfono, en un estado de aburrimiento debido a no saber que más hacer, parecía que iba a ser una tarde desocupada.
Sintiéndose algo excitado, Max en una cuenta falsa empezó a investigar por Instagram, buscando fotos de pies para calmar su fetiche y bueno, masturbarse para pasar el rato, por un momento observó las cuentas que siempre veía, eran pies lindos pero quería ver algo más, por lo que un rato después logro encontrar otra cuenta, la cuál ya tenía algunas fotos subidas y realmente era muy popular, y Max totalmente entendió la razón apenas vio su foto más reciente.
Fue prácticamente amor a primera vista para Max, cómo un fetichista para el, ver unos pies así de largos era genial, significaba más espacio para lamer y ciertamente también más espacio para hacer cosquillas, por lo que investigo por un rato más aquel perfil, sintiéndose intrigado mientras con su otra mano se daba placer, fantanseando con la idea de tener esos pies cerca de él, sin embargo una llamada cubrió toda su pantalla y Max fue interrumpido por el ruidoso tono de llamada de su teléfono, en un primer momento pensó que se trataba de su padre, o quizás de sus amigos pero sus sospechas fueron incorrectas al ver la pantalla y darse cuenta que sé trataba de Sebastián, algo que inmediatamente hizo que Max se acomodara bien, mientras aclaraba su garganta y aceptara la llamada, algo nervioso por no saber con certeza a qué se debía aquella llamada.
—¿Hola? —preguntó Max a el chico qué se encontraba al otro lado de la línea.
—¡Hey! Hola Max, ¿Cómo estás? —respondió el contrario con un tono alegre y despreocupado, cómo siempre respondió de forma alegre, Max al escuchar aquella voz que tanto le gustaba hizo que se sonrojara de forma inevitable.
—A-ah... ¡Estoy muy bien! Aunque algo aburrido, ¿Qué tal tú? —
—No me quejo, no estoy mal pero ciertamente también estoy aburrido... Me preguntaba si te gustaría venir conmigo a pasar el rato, claro, si no estás ocupado en algo más. —a pesar de que no pudiera ver su rostro, Max podía jurar que Sebastián había dicho aquello último con una sonrisa en su rostro.
—¡N-no no estoy ocupado! Estoy libre, ¡Y claro que me gustaría ir contigo! Pero... ¿A dónde? —pregunto con curiosidad Max
—Es un nuevo lugar que acaban de abrir hace unos días, es una pista de patinaje sobre ruedas, creo que será muy divertido hacerlo, de todas formas te enviaré la dirección por un mensaje. —mencionó Sebastián.
—¡Por supuesto! Sólo deja me doy un baño y voy directamente hacia allá. —
—¡Muy bien! Nos vemos aquí. —entonces, la llamada finalmente termino.
Apresar de la tranquilidad con la que Max había hablado durante toda la llamada, ahora que había terminado se encontraba hecho un manojo de nervios, en primer lugar el ni siquiera sabía patinar, en segundo lugar sabía que en aquel ambiente incluso podría llegar a ver los pies de Sebastián, pero sobre todo en tercer lugar y más importante, está era la segunda cita de ambos, pero a diferencia de la primera que había sido en un parque ahora Max era consciente, por lo qué intentaría dar una buena impresión de si mismo, aparte aquello que había estado haciendo antes puede esperar, ahora solo quería ir con Sebastián.
Sé desvistió y tiró su ropa sucia por un rincón de su habitación debido a que debía apresurarse, sé metió al baño y se dió una ducha con agua caliente asegurándose de limpiar por completo cada parte de su cuerpo, al salir y secar su cuerpo se regresó a su habitación, viendo su armario de ropa decidió usar algo cómodo, aunque lo que más destacaba era la camiseta sin mangas que estaba usando y que destacaba de forma favorable sus brazos algo entrenados, de cualquier manera antes de colocarse sus zapatos recordó que al menos está ocasión si debía usar calcetines para que no pasará nada vergonzoso a la hora de usar los patines, sin embargo Max no tenía calcetines limpios en su habitación, por lo que salió descalzo y corrió hasta el cuarto de su hermano mayor, tocando su puerta con algo de impaciencia.
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Max: El Chico Nuevo del Colegio
Подростковая литератураMax, un joven chico sé encuentra con una situación terrible para muchos: Un cambio de ciudad y por lo tanto, empezar de cero su vida, tanto en el ámbito académico a su vez cómo el social. Pero para su fortuna, pronto sé dará cuenta que sus nuevos am...