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Minghao llega al club otra noche, un poco más tarde de lo habitual. El ambiente ruidoso y la mezcla de luces lo reciben como siempre, pero su mente está distraída, todavía atrapada en lo que ocurrió la última vez que estuvo en ese cuarto privado con Junhui. Se dirige hacia los camerinos para cambiarse y prepararse, cuando de repente escucha una voz familiar detrás de él.

—¿Así que ahora llevas a tus propios clientes al cuarto del señor Choi?

Se detiene en seco y voltea, encontrándose con Soonyoung, quien lo mira con los brazos cruzados y una expresión entre intrigada y burlona. Soonyoung siempre ha sido uno de los bailarines más veteranos y cercanos en el club, alguien que sabe todo lo que ocurre en esos pasillos, y parece que no ha pasado por alto lo que Minghao hizo la última vez.

—No es lo que crees, Soonyoung —responde Minghao con un tono que intenta sonar despreocupado, pero no puede evitar la leve incomodidad que siente.

Soonyoung levanta una ceja y da un par de pasos hacia él, como si fuera a interrogarlo más de cerca. —Oh, claro, porque llevar a un chico desconocido al cuarto privado más exclusivo del club no es para nada sospechoso —replica con un toque de sarcasmo—. Ese cuarto es solo para los clientes importantes del señor Choi, ¿o acaso te ascendieron sin que me diera cuenta?

Minghao suspira, dándose cuenta de que no va a escapar fácilmente de este interrogatorio. Se apoya en la pared, cruzando los brazos también, intentando mantener la calma. —Escucha, él no es cualquier cliente. Es... diferente.

—¿Diferente cómo? —pregunta Soonyoung, sin perder la oportunidad de presionar. Su curiosidad siempre ha sido intensa, pero esta vez parece realmente interesado en saber más.

Minghao lo mira por un momento, intentando encontrar las palabras correctas. —No es alguien que venga aquí todo el tiempo. La primera vez, ni siquiera quería estar aquí. Lo trajo un amigo, pero… hay algo en él. Algo que me hace querer saber más. No es como los otros.

Soonyoung lo observa por unos segundos, con su típico aire juguetón, pero hay un destello de preocupación en sus ojos. —Minghao, tienes que tener cuidado. Los clientes como ese, los que parecen diferentes, pueden terminar siendo los más complicados. ¿Sabes algo de él, aparte de que te intriga? Este lugar no es para meterse con emociones.

Minghao desvía la mirada, sabiendo que Soonyoung tiene un punto, pero también sabiendo que Junhui no es como los demás. —Sé lo que estoy haciendo, Soonyoung. No me voy a meter en problemas.

Soonyoung lo observa por un segundo más antes de soltar un suspiro y dar una palmadita en el hombro de Minghao. —Solo ten cuidado. El señor Choi no perdona a nadie que juegue con su negocio. Si ese chico no es cliente regular, tenlo claro en tu cabeza.

Asiente, aunque la advertencia de Soonyoung no hace más que aumentar la confusión en su mente. Mientras Soonyoung se aleja, sigue pensando en Junhui, en lo que ocurrió en ese cuarto, y en la conexión inesperada que sintió. Algo le dice que este no es el final, pero también sabe que está caminando por una línea muy fina.

let me hold you [Junhao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora