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Minghao apenas había dormido. Llegó a la universidad con los ojos cansados y un café en la mano. La noche con Junhui había sido intensa, como siempre, y aunque le gustaba pasar tiempo con él, sabía que su cuerpo comenzaba a resentir las pocas horas de sueño. Trató de concentrarse mientras caminaba por el campus hacia su aula, pero su mente seguía regresando a la noche anterior.

Al llegar a clase, Seungkwan, Vernon y Seokmin ya estaban en sus lugares. Seungkwan levantó una ceja al verlo entrar.

—Tú no dormiste nada anoche, ¿verdad? —le dijo mientras Minghao se sentaba junto a él.

—Cállate —respondió Minghao, ocultando su rostro tras su café—. Fue una noche larga.

—¿Otra vez con Junhui? —preguntó Vernon, con una leve sonrisa. Él y Minghao no solían hablar mucho sobre su vida personal, pero el ambiente del grupo era lo suficientemente cómodo para que surgieran bromas como esa.

Minghao asintió con un gesto, sin querer profundizar en los detalles. Aunque sus amigos sabían que estaba viendo a alguien, no habían hablado mucho del tema. Seokmin, sentado frente a ellos, se inclinó hacia atrás y lo miró curioso.

—Tienes que contarnos más, ¿es en serio o solo están... ya sabes?

—No sé —admitió Minghao, encogiéndose de hombros—. Nos vemos casi todas las noches, pero... no hemos hablado de nada serio.

Seungkwan dejó de escribir en su cuaderno y se giró hacia él, más interesado que nunca.

—Tienes que aclararlo, Hao. No puedes seguir así para siempre. Si no hablas con él, esto se va a quedar en algo superficial, y no te veo siendo feliz con eso.

—Exacto —añadió Seokmin—. Si te importa, deberías encontrar un momento para hablar. Aunque, honestamente, a este ritmo te vas a desmayar antes de poder tener esa conversación —bromeó, provocando risas en el grupo.

Minghao suspiró, sabiendo que tenían razón. Le gustaba Junhui, eso era innegable, pero no estaba seguro de cuánto más podría seguir viviendo esa rutina nocturna sin que afectara el resto de su vida. Además, empezaba a sentir la necesidad de algo más. Quizá era hora de averiguar si Junhui estaba dispuesto a darle ese "algo más".

—Lo pensaré —dijo, intentando quitarle peso al asunto. Pero mientras la clase comenzaba, su mente seguía en Junhui.

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A medida que la clase avanzaba, Minghao intentaba concentrarse, pero las palabras del profesor parecían difusas, y la conversación que acababa de tener con sus amigos seguía repitiéndose en su cabeza. Se preguntaba si realmente debería hablar con Junhui, pero cada vez que pensaba en ello, sentía una mezcla de nervios y ansiedad.

Durante un descanso entre clases, el grupo salió a tomar un poco de aire. Estaban de pie en el patio, donde el sol caía con fuerza, y el bullicio de estudiantes llenaba el ambiente.

—Entonces, Hao, ¿cuál es el plan para esta noche? —preguntó Vernon, apoyándose en una baranda mientras tomaba un sorbo de su bebida—. ¿Otro turno en el club?

—Sí, hoy tengo turno. —Minghao miró el suelo, pateando una piedrecilla—. A estas alturas, es como una segunda casa.

—¡Eso es terrible! —bromeó Seokmin—. Aunque bueno, si yo tuviera a alguien como Junhui llevándome a casa todas las noches, no me quejaría.

Seungkwan le lanzó una mirada seria a Seokmin, como si no le hiciera gracia el comentario. Luego se dirigió a Minghao con un tono más suave.

—Hao, hablando en serio, ¿alguna vez te has preguntado si él siente lo mismo que tú? Ya sabes, si está tan interesado en ti como tú en él.

Minghao suspiró, mirando a su alrededor como si buscara una respuesta en el viento.

—No lo sé, Kwan. No es que no quiera saberlo, pero... las cosas han sido así desde el principio. No sé si quiero arruinar lo que tenemos ahora. Es cómodo, aunque no sé si es lo que necesito.

—Eso suena a que no estás tan seguro de que sea suficiente —dijo Seungkwan, cruzando los brazos—. Si estás buscando algo más, o al menos claridad, tienes que hablarlo. No puedes seguir dejando que pase el tiempo y esperar a que las cosas se resuelvan solas.

Sabía que Seungkwan tenía razón, pero la idea de enfrentarse a una conversación incómoda lo ponía nervioso. ¿Y si Junhui no quería algo más? ¿Qué pasaría si todo se complicaba? Por otro lado, tampoco podía seguir evitando la realidad.

—Lo que tienes que hacer —intervino Seokmin, intentando aligerar el ambiente— es invitarlo a una cita real. Nada de clubes, nada de llevarte a casa en medio de la noche. Llévalo a un lugar bonito, hablen, y ve qué pasa. Así al menos sabrás dónde estás parado.

Vernon asintió, apoyando la idea de Seokmin.

—Tiene sentido. Si lo ves solo en el club, todo se queda en ese ambiente. Cambiar el contexto podría ayudarte a entender qué quiere realmente.

Minghao sonrió levemente, apreciando el intento de sus amigos por ayudar, aunque aún sentía esa duda interna.

—Podría intentarlo —dijo finalmente—. Aunque, honestamente, no sé si él querrá hacer algo así. Siento que nos hemos acostumbrado demasiado a lo que ya tenemos.

Seungkwan puso una mano en su hombro, dándole una sonrisa tranquilizadora.

—Si no lo intentas, nunca lo sabrás. Tienes más valor de lo que crees, Hao.

Antes de que pudieran seguir la conversación, sonó la campana anunciando el final del descanso. Los chicos comenzaron a regresar al aula, pero Minghao seguía con la mente en otra parte. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse a sus propios sentimientos y a Junhui. Solo esperaba que, cuando lo hiciera, las cosas no se desmoronaran.

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let me hold you [Junhao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora