let me hold you [Junhao]

15

Otra noche en el club. Esta vez, Junhui no estaba solo con Mingyu, sino que Chan los acompañaba, decidido a experimentar algo diferente. El ambiente estaba cargado de la habitual mezcla de luces tenues, música vibrante, y cuerpos moviéndose al ritmo de la noche. Mingyu, como siempre, no quitaba los ojos de Jihoon, que esa noche no estaba en el escenario, sino sentado junto a Minghao, ambos cumpliendo sus roles como "chicos de compañía" en su mesa. Jihoon parecía tranquilo, casi sereno, mientras que Minghao, por otro lado, estaba visiblemente inquieto.

Junhui lo notó de inmediato, el leve tamborileo de los dedos de Minghao sobre la mesa, la forma en que su mirada se desviaba constantemente hacia las puertas que llevaban a las habitaciones privadas. Sus ojos se encontraron con los de Junhui, se inclinó hacia él, su aliento caliente contra su oído.

-Vamos a la habitación. - susurró, su voz cargada de intención.

Junhui no pudo resistir, asintiendo mientras Minghao lo tomaba de la mano y lo guiaba entre las mesas y clientes. Las habitaciones estaban casi todas ocupadas, salvo una: la exclusiva. Era la más apartada y lujosa del club, reservada para momentos especiales o clientes de alto perfil. Cuando llegaron, la puerta se cerró detrás de ellos, aislándolos del bullicio del club.

No tardaron mucho en sumergirse en el momento, sus cuerpos entrelazados, la intensidad de sus encuentros nocturnos apoderándose de ambos. Pero justo cuando el deseo entre ellos estaba en su punto más alto, la puerta se abrió de golpe. Jihoon había intentado advertirles, pero ya era demasiado tarde. Allí, de pie en el umbral de la puerta, estaba Seungcheol, el dueño del club. Su mirada cayó sobre ellos, y por un segundo, el aire se congeló.

Junhui se tensó inmediatamente, con Minghao aún encima de él, sintiendo que el momento se rompía con la presencia imponente de Seungcheol. Estaba preparado para lo peor, para una reprimenda, o algo peor. Pero, para su sorpresa, la ira de Seungcheol no se dirigió hacia Minghao.

-Minghao, -dijo Seungcheol con una voz baja, pero firme, mientras daba un paso hacia ellos. -¿Qué estás haciendo?

La forma en que Minghao cambió de inmediato sorprendió a Junhui. El joven, siempre tan audaz y en control cuando estaba con él, de repente se volvió sumiso, casi dócil al lado de Seungcheol. -Lo siento, señor Choi. - respondió suavemente, bajando la cabeza como si estuviera esperando una reprimenda.

Seungcheol, sin embargo, no parecía tan enfadado como Junhui había anticipado. De hecho, había algo en su mirada que sugería que Minghao no solo era uno de sus empleados, sino alguien a quien apreciaba de una forma peculiar. -Haohao, - lo llamó con suavidad, usando un apodo que hizo que la piel de Junhui se erizara. -Sabes que esta habitación es exclusiva, ¿verdad?

-Lo sé. -murmuró Minghao, su tono casi afectuoso mientras miraba a Seungcheol desde su posición sobre Junhui.

Los celos comenzaron a burbujear en el pecho de Junhui. Nunca había visto a Minghao así, tan... sumiso, tan diferente de la persona apasionada que él conocía. Era como si Seungcheol tuviera algún tipo de control especial sobre él, y aunque el dueño del club nunca había tocado a Minghao, la forma en que se hablaban lo irritaba profundamente.

Minghao, sin embargo, parecía divertirse. Desde su posición, podía notar la incomodidad de Junhui y esbozó una pequeña sonrisa, consciente del efecto que Seungcheol estaba teniendo sobre él. Pero, al mismo tiempo, sabía que Seungcheol nunca había cruzado la línea con él, y eso le daba una especie de seguridad.

-Está bien, señor Choi, -dijo Minghao, casi jugando con las palabras mientras se levantaba lentamente de encima de Junhui. -No volverá a pasar.

Seungcheol asintió, su mirada fría pero indulgente. -Más te vale, Haohao. -dijo antes de salir de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

Junhui no estaba procesando lo que acababa de suceder, todo fue muy rápido. Ambos salieron de la habitación.