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Minghao comenzaba otro día en su rutina nocturna, preparándose para trabajar en el club. Mientras ajustaba su vestuario, su mente divagaba brevemente hacia la noche anterior. Pensó en Junhui, ese hombre que había destacado entre la multitud, no solo por su apariencia perdida, sino por la forma en que lo había observado durante su baile. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios al recordar. Sería divertido verlo de nuevo, pensó por un instante.

Pero rápidamente sacudió la cabeza y descartó la idea. Sabía que Junhui no parecía ser alguien que frecuentara esos lugares, probablemente solo había sido una visita única, quizás por una razón que Minghao no entendía del todo. Después de todo, el club no era el tipo de lugar donde alguien como él aparecería dos veces. Era parte de la vida de muchas personas que iban y venían, buscando algo de distracción o escape, pero nunca se quedaban.

De todas formas, Minghao se enfocó en lo que venía. Una nueva noche, nuevos clientes, nuevos rostros. Había aprendido a no encariñarse con las miradas o con aquellos que lo observaban desde las sombras. Para él, el club era su trabajo, y aunque disfrutaba de la energía y el movimiento, sabía que no era más que una etapa, una parte de su vida que no duraría para siempre.

A medida que la noche avanzaba, Minghao se sumergió en su rutina. Cada baile era una expresión de libertad, un momento en el que podía dejar atrás cualquier preocupación. Sin embargo, a medida que se acercaba el final de su número, una sensación de decepción comenzó a anidar en su pecho.

Al terminar, el aplauso del público resonó en sus oídos, pero algo faltaba. Buscó entre las miradas del público, esperando ver esa figura familiar que lo había intrigado la noche anterior. Pero Junhui no estaba allí. No había rastro de él, ni entre los asistentes ni en la barra. Minghao sintió un ligero desánimo al darse cuenta de que su pequeño anhelo de volver a verlo no se cumpliría.

Con un suspiro, se obligó a concentrarse en los gritos y la música que llenaban el aire. A pesar de la ausencia de Junhui, Minghao decidió disfrutar de la noche. Se recordó a sí mismo que había más en el club que un solo rostro. Pero al mismo tiempo, una parte de él no podía evitar preguntarse si alguna vez volvería a cruzarse con aquel chico que, aunque fugaz, había dejado una huella en su memoria.

let me hold you [Junhao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora