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Seungcheol observaba desde su palco VIP, su mirada fija en la mesa donde Junhui, Mingyu y Chan conversaban animadamente. Desde la distancia, parecía una reunión casual entre amigos, pero Seungcheol sabía más de lo que aparentaba. Después de todo, Junhui había usado la habitación exclusiva del club sin permiso, y aunque no lo había demostrado del todo, aquello lo había molestado más de lo que quería admitir. Pero lo que más capturaba su atención no era Junhui, sino Chan, el menor del grupo.

Jun había relatado lo ocurrido con Seungcheol a Mingyu y Chan. Mingyu, fiel a su estilo, no había tardado en lanzar una broma para aligerar el ambiente.

—Tal vez el señor Choi quiera matarte por usar su habitación exclusiva. —dijo con una sonrisa traviesa, aunque Jun no pudo evitar sentir un escalofrío en la espalda ante la idea.

Justo en ese momento, Soonyoung apareció en la mesa. Con su típica energía, se acercó y soltó la bomba con una sonrisa despreocupada. —El jefe quiere hablar con uno de ustedes.

Jun tragó saliva, su rostro empalideció al instante. ¿Era eso? ¿Era el momento en que Seungcheol lo enfrentaría por lo ocurrido? ¿Querría castigarlo? Sus manos comenzaron a sudar y se preparaba mentalmente para lo peor. Pero para su sorpresa, Soonyoung no lo señaló a él.

—Quiere hablar contigo.—dijo señalando directamente a Chan, quien se quedó boquiabierto por unos segundos.

—¿Yo? —preguntó Chan, completamente sorprendido.

—Sí, si no quieren problemas, es mejor que vayas. —continuó Soonyoung, su tono tan casual como siempre, aunque había una nota de advertencia en sus palabras.

Chan respiró hondo, tratando de tranquilizar tanto a Jun como a Mingyu. —Tranquilos, estaré bien. —dijo, aunque su propia voz temblaba un poco. Se levantó, y con paso firme, se dirigió al palco donde Seungcheol lo esperaba.

Cuando llegó, el ambiente era completamente diferente al bullicio del club. El palco VIP estaba en penumbras, con una vista perfecta del espectáculo y de cada rincón del lugar. Seungcheol estaba sentado con una postura relajada, pero sus ojos brillaban con un interés que a Chan le hizo sentir una ligera incomodidad.

—Siéntate. —dijo Seungcheol con voz tranquila, señalando la silla a su lado. Chan obedeció, aunque su corazón latía rápido. Sabía que Seungcheol era un hombre poderoso en el club, y la atmósfera a su alrededor siempre parecía envolvente, casi intimidante.

El silencio que siguió fue pesado, pero Seungcheol lo rompió pronto, mirando a Chan con una mezcla de curiosidad y algo más difícil de identificar. —Eres el más joven de ese grupo, ¿verdad? —comenzó, su tono suave pero firme. —Dime, Chan... ¿qué haces aquí?

¿Seungcheol sabia su nombre? Chan no supo si Seungcheol se refería a esa noche en particular o a su presencia en el club en general, pero optó por la respuesta más directa. —Solo vine con mis amigos. No suelo venir mucho por aquí.

Seungcheol lo observó detenidamente, como si estuviera evaluándolo. —Interesante. murmuró. —Eres diferente. Tienes algo... que otros no tienen. Me gusta eso.

Chan parpadeó, confundido por el comentario. —¿Perdón?

Seungcheol se inclinó un poco hacia él, manteniendo su mirada fija. —Estoy interesado en ti, Chan. Quiero saber más sobre ti, qué haces, cuáles son tus aspiraciones. —Hizo una pausa, evaluando la reacción de Chan. —Tal vez incluso pueda ofrecerte algo más que solo venir al club de vez en cuando.

—¿Algo más? —Chan frunció el ceño, tratando de entender a dónde iba la conversación.

—Un trabajo. —continuó Seungcheol, como si estuviera sugiriendo la cosa más simple del mundo. —Veo potencial en ti. Tal vez podrías tener un papel más importante aquí. No solo como cliente.

let me hold you [Junhao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora