𝘋𝘢𝘣𝘪 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘢 𝘥𝘶𝘥𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘢 𝘱𝘳𝘦𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘢𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘢 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘦𝘢 𝘴𝘶 𝘴𝘦𝘥 𝘥𝘦 𝘷𝘦𝘯𝘨𝘢𝘯𝘻𝘢 𝘢 𝘴𝘶 familia.
Pero entonces llegó un día esa hermosa mujer de oj...
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Narrado por: Narrador Omnisciente
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Nyxia acababa de volver, se había ido demasiado tiempo tal vez, hasta el punto donde su madre la miraba aterrada, nerviosa, asustada como si no fuera ella.
— Admito que eres idéntica a ella ¿que clase de truco estas usando All for One?.
— Mamá soy yo.
— Por supuesto que no lo eres, ¿Que es lo que quieres?¿dinero? ¿Informacion? Lo que sea lo conseguiré pero lárgate de aquí y devuelve a mi verdadera hija.
La pequeña niña la mira con sus ojitos negros extrañamente apagados, tiene fuertes ojeras, su cabello largo esta enredado y la ropa que lleva le queda ancha por la delgadez, pero eso no es nada comparado con su expresión, tiene una expresión demasiado neutra como una máscara que abajo esconde mucho dolor.
— Eso es imposible, quiero que me digas donde esta mi hija.
— Soy yo lo juro— aunque intento sonreír no pudo hacerlo.
La mujer de cabellos castaños y ojos miel se arrodillo en el suelo y la tomo por los hombros antes de sarandearla con histeria las lágrimas caen de sus ojos claros mientras tiembla y la mira esperando a que admita lo que ella cree que es cierto aunque por supuesto tal cosa no pasa.
Nyxia no se inmuta, están en la Sala de su casa donde tantas veces compartieron te, galletas, historias y risas, hasta que su padre llegará cansado de su trabajo, su madre entonces se levantaría del sofa y correría a abrazarlo con todas sus fuerzas.
Pero esas cosas eran el pasado, desde ese día donde se perdió todo cambio completamente, ya no era la niña contenta que amaba llevar margaritas en el cabello.
— ¡POR FAVOR DIME DONDE ESTA NYXIA! — la mujer lloro apretando le los hombros con tanta fuerza que ya dolia— Por favor... Ya perdimos a Zaiden, no puedo perder a nadie más.
— Mamá soy yo, es solo que...
Una fuerte bofetada sonó por toda la habitación y luego de esa bofetada siguieron más golpes que le hicieron perder la noción del tiempo.
Solo recuerda que estaba acostada en el sofá, su madre gritaba rompiendo cosas de la casa y lloraba de dolor, hasta que su padre apareció y miro tono anonadado.
