EL BAÚL DE LOS JUGUETES

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Una tarde de verano, los hermanos Lucas y María decidieron explorar el viejo sótano de su casa. Entre polvo y telarañas, se encontraron con un misterioso baúl de juguetes olvidados. A pesar de su antigüedad, los hermanos decidieron abrirlo para descubrir qué historias ocultas guardaba.

Al abrir la tapa del baúl, un escalofrío recorrió sus cuerpos. En su interior, se encontraban muñecos de porcelana con miradas penetrantes y sonrisas siniestras. Cada uno de ellos emanaba una sensación de mal augurio.

A medida que los hermanos revisaban los juguetes, comenzaron a sentir una extraña presencia en la habitación. Los pasos pesados de alguien o algo resonaban en las paredes, mientras las luces parpadeaban intermitentemente.

De repente, uno de los muñecos comenzó a moverse lentamente. Sus ojos se abrieron y cerraron, siguiendo a los niños con miradas inquietantes. María y Lucas retrocedieron, horrorizados, intentando comprender lo que estaba sucediendo.

Los juguetes cobraron vida y comenzaron a moverse por sí solos. Una risa macabra llenó la habitación, mientras las pequeñas figuras se lanzaban hacia los hermanos. Intentaron huir, pero los juguetes los alcanzaron y comenzaron a arañarlos y morderlos.

En un último intento desesperado por escapar, los hermanos se abrazaron y prometieron protegerse mutuamente. Con valentía, lucharon contra los juguetes demoníacos hasta que finalmente lograron liberarse de su agarre.

Agotados y temblando de miedo, salieron corriendo del sótano y cerraron la puerta tras de sí. Desde aquel día, el baúl fue sellado y nunca más se atrevieron a explorar el oscuro rincón de su casa.

Estigmas de TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora