LAS VOCES EN MI CABEZA II

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Querido diario: Esta noche, me sumerjo en las profundidades más oscuras de mi alma, donde residen las voces siniestras que me atormentan. Susurran dulcemente, como serpientes venenosas enroscadas alrededor de mi corazón. Me veo obligado a confesar los pensamientos que provocan dentro de mí, porque no puedo confiar a nadie el mal que me aqueja, sin escatimar detalles de los horrores que plagan mi mente.

Fecha: 14/09

Incesantes e inquietantes, las voces me empujan implacablemente hacia el precipicio de la locura. Sus susurros tuercen mis pensamientos, deformando mi percepción de la realidad. Las oscuras fantasías de derramamiento de sangre y carnicería consumen cada uno de mis momentos de vigilia. ¡Oh, cómo anhelo la liberación de esta prisión macabra que es mi mente!

Fecha: 15/09

Esta noche, mientras la luna arrojaba su misterioso resplandor sobre mi soledad, las voces alcanzaron su crescendo. Su sinfonía sádica me llevó al borde de la razón. Cerré los ojos, rindiéndome a la maldad interior. Las visiones que bailaban ante mis ojos estaban empapadas de carmesí, cada acto de violencia más espantoso que el anterior.

Fecha: 16/09

Las voces, con sus susurros seductores, se han convertido en parte de mí. Ya no soy un recipiente para sus deseos; ahora somos uno, unidos en nuestra oscuridad compartida. Hablan de placer retorcido, instándome a desatar su malevolencia sobre el mundo desprevenido. La tentación es agonizante y temo sucumbir algún día.

Fecha: 17/09

La línea entre la realidad y la ilusión se vuelve cada vez más delgada. Las voces exigen sangre y yo soy incapaz de resistir su toque de sirena. Noche tras noche, deambulo por las calles, mi corazón palpitando con anticipación. El deseo de saciar su sed de violencia se ha convertido en un hambre insaciable dentro de mí.

Fecha: 18/09

Esta noche, bajo el manto de la oscuridad, encontré a mi presa. Las voces se regocijaron, su siniestra risa resonando en mi mente. Con cada golpe, sus susurros maliciosos se hacían más fuertes, alimentando mi frenesí. El sabor del poder y del control era embriagador. Me deleité en el caos, bailando después de mi brutal obra. Qué rico se siente este picor en mi piel.

Fecha: 19/09

El arrepentimiento ahora roe los restos de mi alma destrozada. Las voces, una vez mis compañeras, se han convertido en mis carceleras. Sus demandas se vuelven insaciables, sus antojos insidiosos. No soy más que un recipiente para sus deseos sádicos, un esclavo de su malevolencia. El peso de la culpa amenaza con consumirme, pero escapar parece imposible.

Fecha: 20/09

Es con el corazón apesadumbrado que escribo estas últimas palabras. Las voces en mi cabeza, que alguna vez fueron un tormento, se han convertido en mi muerte. Ya no puedo soportar el peso de sus caprichos. Esta noche, las silenciaré para siempre, entregándome a la oscuridad que me ha reclamado.

Adiós. Te dejo como testigo de la historia de un hombre consumido por sus propios deseos retorcidos.

Estigmas de TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora