Estigmas de Tinta

ECOS

Un grupo de amigos se embarcó en una emocionante aventura a los picos nevados. Sus corazones se llenaron de emoción al anticipar la alegría de esquiar por las pistas vírgenes. Poco sabían, su viaje pronto descendería a una pesadilla más allá de su imaginación más salvaje. Mientras los amigos navegaban por el terreno traicionero, una avalancha inesperada y violenta golpeó. El suelo debajo de ellos temblaba mientras la nieve se tragaba sus esperanzas y sueños. Desorientados y heridos, se encontraron atrapados en un desierto desolado, aislados del resto del mundo.

Los días se convirtieron en noches, y las noches en días, mientras luchaban por sobrevivir. El grupo, una vez muy unido, ahora se vio atrapado por la paranoia y los efectos devastadores del hambre. La desesperación roía sus almas como una bestia voraz, llevándolos al borde de la locura.

Ante sus terribles circunstancias, no tuvieron más remedio que tomar una decisión macabra. Dos de sus amigos, más débiles y más gravemente heridos, se convirtieron en víctimas de sus instintos primarios. El hambre los había transformado en animales, los había despojado de su humanidad.

Los sobrevivientes, atormentados por el acto indescriptible que los había mantenido con vida, esperaban desesperadamente el rescate. Sin embargo, los días se convirtieron en semanas, y aún así, nadie vino. Sus almas se oscurecieron, sus corazones se enfriaron mientras luchaban con el peso de su secreto.

Finalmente, llegó un equipo de rescate, con los ojos llenos de esperanza y salvación. Pero mientras miraban los rostros de los sobrevivientes, se selló un pacto silencioso. Nunca hablarían de la horrible verdad que se había desarrollado en medio de los picos cubiertos de nieve.

El peso de la culpa y los recuerdos de su acto monstruoso permanecerían para siempre dentro de ellos, escondidos bajo sus frágiles sonrisas y palabras ensayadas. Las montañas habían reclamado algo más que su inocencia; se habían tragado su humanidad.