UN AMOR ENTRE MAFIOSOS. (kookmin).

CAPITULO XV.

—yo recuerdo que cierta chica no sabía qué elegir —jungkook rodó los ojos.

—y yo recuerdo que el señor jungkook me dijo: "si te gustan los dos, pues compra los dos" —atacó hyun ki.

—nosotros nos vamos a casa, cualquier cosa nos avisan —jimin sonreía ante la pequeña discusión que presenciaba.

—deberíamos ir algún día de estos a algún bar —propuso namjoon ayudando a acomodar las bolsas.

—me parece un buen plan, pero por ahora estamos muy cansados, solo queremos descansar —Jin miro al dueño de la propuesta y le sonrió divertido.

—¿que les parece mañana en la noche?, hemos trabajado mucho el día de hoy, estamos muy cansados —jimin se recostó en el auto.

—nosotros también estamos cansados —suga mazageaba uno de sus hombros.

—conozco un bar al que podemos ir, incluso podemos realizar la reunión ahí —jimin se cruzo de brazos.

—¿donde queda? —namjoon alzó una ceja con curiosidad.

—esta aquí en Tokio. es de un amigo, se llama cha eun woo —la mirada cansada de jimin lo delataba; quería descansar.

—ya se cual es, entonces mañana nos vemos allá —jungkook termino de organizar las bolsas, ya que namjoon paro su trabajo cuando notó que Jin hablaba, posando toda su atención en el chico y no en ayudar con las bolsas.

Los chicos se subieron a sus autos y se dirigieron a sus mansiones, pero algo les causaba cierta duda, y es que los jeon iban en la misma dirección, como si fueran al mismo lugar.

—¿por qué tengo la sensación de que vamos al mismo lugar? —jimin miraba a los jeon por la parte trasera del auto.

—puede ser que vivan cerca de nosotros —Jin le restaba importancia a la situación, él solo quería llegar a su casa y descansar.

—puede ser —hoseok hablaba pero su mente estaba en su habitación durmiendo plácidamente.

Después de unos minutos llegaron a su mansión y el auto se detuvo, miraron por el retrovisor y se dieron cuenta de que los jeon hicieron lo mismo.

El portón de la mansión de los Park se abrió y ellos y sus guardias entraron.

Jimin miro hacia atrás y se dio cuenta de que los jeon entraron a la mansión de al lado.

—valla, ahora somos vecinos de los jeon —jimin entrecerraba los ojos dando a conocer su cansancio.

—¿como? —hoseok volvió a la realidad sorprendido.

—ellos viven en la mansión de al lado —jimin bajaba del auto con cuidado de no caerse por el cansancio.

—ahora entiendo por qué nos diríamos al mismo lugar —Jin salía por la otra puerta del auto.

Mientras nos dirigíamos a nuestra mansión pude ver que los Park y nosotros nos dirigíamos al mismo lugar, lo que me pareció inusual, pero decidí no darle importancia.

Llegamos a nuestro destino y ahí me di cuenta que ellos serían nuestros nuevos vecinos.

—así que los Park serán nuestros vecinos —dijo jungkook con una leve sonrisa.

—eso parece —agregó namjoon mirando la mansión de los Park.

Al entrar a sus mansiones decidieron darse un baño y descansar.

—me voy a dar un baño y voy a descansar —jimin subía las escaleras con lentitud.

—yo igual —Jin caminaba detrás de él.

—yo también —hoseok seguía a sus hermanos.

No se por que, pero no puedo dejar de ver a ese chico jimin. Es que, todo de él es perfecto, todo en él encaja a la perfección.

Su cabello rubio y ojos marrón son la combinación perfecta, su cintura pequeña y gran trasero una obra maestra, y a todo esto le agregamos su pequeña estatura y rostro angelical, ¿quien no querría mirar a este chico todo el día?.

Subí a mi cuarto y salí al balcón a tomar aire fresco, el viento corría trayendo consigo el frío.

Desde mi balcón pude ver la habitación de jimin, la cual tenía la puerta del balcón abierta, lo que me permitía ver solo una pequeña parte del interior de la habitación.

Apoye mis brazos en el balcón y pose mi mirada sobre aquel chico rubio, el cual estaba envuelto en una bata de baño mientras se aplicaba crema de piel por todo el cuerpo.

Aquel chico estaba sentado en una mesa que quedaba al frente de su cama, y casualmente ese sitio es el que yo podía ver desde mi balcón, ¿acaso me esta provocando?.

Él aplicaba la crema de piel suavemente por todo su cuerpo, iniciando desde sus pies hasta sus muslos, corriendo la bata puesta y dejándome ver mucha piel; luego aplicaba desde su cuello hasta su clavícula y finalmente su pecho, mostrándome más piel de la necesaria.

Empezó a aplicar crema en su hombro, y me miró por sobre del mismo soltando una pequeña risa coqueta, yo solo lo miraba y le sonreía mordiendo me labio inferior; lo deseaba, lo necesitaba.

Definitivamente me estaba provocando.

Me dio la espalda y bajo su bata hasta el inicio de su trasero, mostrándome su cintura y solo una pequeña parte de la parte superior de su trasero.

Ese chico no tenía nada más que su bata de baño.

Sentí un calor desgarrador recorrer todo mi cuerpo, el cual se concentro en mi zona baja provocando la erección de mi pene.

De un momento a otro él se retiro de aquel sitio dejándome parado en mi balcón con un gran problema (mi erección).

Entre a mi habitación y me dirigí al baño, llene la tina con agua fría y abrí una puerta del baño, que daba a otra parte del balcón.

Me metí en la bañera y dejé que el agua helada y los vientos fríos se encargarán de bajar el calor de mi cuerpo.

Cerré los ojos y deje que mi mente pensara en otra cosa y no en ese momento, pero nada parecía funcionar, el calor no bajaba y la imagen no salía de mi cabeza.

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Hola.

Lamento desparecer tanto tiempo, he estado muy enferma y mi madre no me deja utilizar el celular por mucho tiempo.

He estado escribiendo otras historias que publicaré cuando termine esta.

Chao, tratare de publicar muchos capítulos mañana temprano.

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