CAPITULO XIX

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—¿aún lo recuerdas? —Jin mantenía su mirada triste sobre jimin.

—si, como si aquello hubiera ocurrido ayer —jimin bajo su mirada triste.

—¿cuando iremos a visitar a tu madre?, hace mucho que no la vemos —Jin cambio el tema para que su amigo no siguiera recordando aquello que le dolía tanto.

—estaba pensando en ir cuando llegáramos a corea —jimin levanto su mirada buscando a hoseok.

—suena perfecto —Jin desvío su mirada en dirección a hoseok.

Hoseok ponía el desayuno frente a sus hermanos.

—buenos días chicos, ¿por qué demoraron tanto? —se sentó junto a jimin mientras los miraba atento con sierta curiosidad.

—estábamos ayudando a alguien —jimin sonreía amplio al tener a las personas más importantes en su vida desayunando con él en Tokio.

—¿recuerdas a la chica que traje hace unas horas? —pregunto jin a hoseok.

—si, por cierto, ¿como esta ella? —hoseok miro a Jin en busca de una respuesta.

—la estamos ayudando a ella, paso por un momento muy difícil, tan difícil que no puede mantenerse de pie —la mirada triste de Jin demostraba lo mucho que quería salvar a esa chica.

—se derrumba cada vez más, y tiene constantes choques emocionales —un suspiro abandono los labios de jimin.

—solo hay que enseñarle lo fuerte que puede llegar a ser —hoseok sonrió confiando en sus palabras. Él no conocía a la chica, pero algo si tenía claro, las almas destruidas deben ser reparadas y no desechadas. —una vez que sus lágrimas se sequen y sus heridas se cierren, será tan fuerte como un diamante.

—solo es cuestión de enseñarle lo valiosa que es —y esa confianza volvió a jimin como un viento reconfortante.

—cuando iba camino a la tienda más cercana me encontré con namjoon saliendo de su casa, él también iba a comprar algo así que me acompaño —la mirada de Jin se mantenía en su plato de comida mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. —menciono lo de la reunión de esta noche, y yo opino que debemos cumplir con lo acordado.

—tienes razón, y aunque no quiera dejar a la chica sola, no podemos detener las cosas que están en marcha —jimin miro a Jin y hoseok.

—podríamos instalar una cámara de seguridad en su habitación y dejar al doctor que se encargue de su cuidado —hoseok comenzaba a dar ideas. —para más seguridad podríamos dejar varios guardias vigilando también.

—buena idea, pero no quiero que el doctor se quede con ella, la puede alterar. Llamare a una doctora para que se haga cargo de ella de ahora en adelante, y las enfermeras ya están en camino —Jin tomo su celular mientras hablaba.

Jin salió a hacer su llamada mientras hoseok y jimin recogían los platos.

Minutos después llego el pedido del doctor y las enfermeras. Jimin y hoseok las recibieron y subieron con ellas a la habitación de la chica.

El cuerpo delgado y estatura media de la chica era envuelto por las sábanas cálidas. Se veía vulnerable a todo, y por eso querían cuidarla como lo más preciado para ellos.

La chica abrió los ojos debil e intento sentarce en la cama, pero fallo en el intento.

—¿como te llamas? —hoseok se acercó a la cama con cuidado. —yo soy hoseok, soy hermano del pequeñito de allá atrás.

—¿quien es pequeñito? —jimin miro a hoseok mientras ponía sus manos en su cintura, este último solo río. —yo soy jimin.

—Ji seok... —su voz era casi inaudible.

UN AMOR ENTRE MAFIOSOS. (kookmin).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora