Brianna encontró imposible enterarse a dónde había ido Alioth. No había forma de comunicarse con él y los del equipo de seguridad no habían querido contarle nada.
Vagó por todo el palacio esperando su regreso durante horas. ¿Dónde rayos se había metido? ¿Cómo podía irse tanto tiempo sin ni siquiera avisarle? Y si no le había molestado que no le hubiese contado que Arthur estaba allí y que luego la hubiese enviado sola a tratar con él, ahora sí lo estaba.
Estaba furiosa.
Cuando llegó la hora de cenar todavía no había aparecido y Bri tuvo que declinar de reunirse con la familia y pedir que le subieran algo a su habitación argumentando que estaba muy cansada. No deseaba tener que darles explicaciones de porqué Alioth no estaba allí, y porqué ella no tenía ni idea de dónde se encontraba o cuando regresaría.
En cuanto le subieron la comida, se llevó la bandeja al cuarto de Alioth y se instaló allí decidida a esperarlo despierta. Comió, miró televisión e incluso intentó leer alguno de los libros que él tenía en su escritorio, pero cuando descubrió que eso le daba más sueño los volvió a dejar en su lugar.
Al final, volvió a meterse en la cama cansada de dar tantas vueltas en el cuarto y en su cabeza. Estaba comenzando a pensar que podría haberle llegado a ocurrir algo malo y por eso estaba tardándose tanto.
Corrió las sábanas y se acostó sin deseo alguno de dormir. Creía que tampoco sería capaz de hacerlo, tan preocupada y enojada como estaba. No obstante, de alguna forma terminó por conseguirlo.
Sin saber cuánto tiempo había pasado, se despertó oyendo una voz que decía su nombre. Estaba cerca, muy cerca.
Asustada y algo perdida abrió los ojos de golpe y se encontró con quien había esperado por horas. No tardó en aclarar su mente y recordarlo todo.
Se sentó para enfrentarlo. Todavía no entraba sol por la ventana, así que tenía que ser de madrugada. Se tomó el tiempo de mirar hacia el reloj y descubrir que efectivamente habían pasado cuatro horas desde que se había quedado dormida. Y si le agregaba todo el tiempo que había pasado esperándolo...
—Bri, ¿estás bien? —preguntó él, examinándola.
Brianna hizo una mueca sintiendo como se multiplicaba todo el enojo que había tenido antes de dormirse.
—No lo sé, Alioth. ¿A ti qué te parece? ¿Tienes idea de las horas que pasé esperándote? Preocupada por no saber a dónde estabas, furiosa porque no me hubieses avisado que te ibas cuando me prometiste que estarías aquí esperándome.
—No creí que fueses a regresar —dijo él poniéndose de pie.
Bri se levantó de la cama y lo siguió.
—No creías que fuese a regresar —repitió—. ¿Y por qué rayos ibas a pensar eso? ¿Qué creías que iba a hacer, que me iba a ir así de repente con Arthur, que iba a dejarte por él?
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Descontrol en la realeza (Los van Helmont I)
Storie d'amoreAño 1994: La familia real de Sourmun nunca se había enfrentado a escándalos semejantes a los que estaba provocando el actual heredero al trono y era necesario ponerle un punto final. Blancos favoritos de los paparazzi, el príncipe Alioth y su mejor...