Capítulo 26

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1 mes después

El paisaje se distorsionaba debido al agua que caía frente a sus ojos. El sonido ensordecedor de la cascada la ayudaba a mantener su mente en blanco, de lo contrario volvía una y otra vez a aquel fatídico día.

¿Por qué lo hiciste? ¡Me hubieras dejado morir!

Esa había sido la primera frase que la sacerdotisa había pronunciado al despertar, desconcertándola completamente a ella y su pequeña hermana.

Kikyo... ya no es la misma desde esa mañana, no puedo explicarlo pero...es como si una parte de su alma... de su forma de ser pacífica, se hubiera quedado en el más allá.

- ¡Señorita Kagome!

La tenue y lejana voz de Rin la regresó a la realidad. Atravesó aquella capa de agua, acercándose a la orilla.

- Rin - sonrió, encontrándose con los ojos castaños de la mujer.

- Que alivio - le devolvió la sonrisa - Me asusté cuando no logré encontrarla.

- Estoy bien, no te preocupes - tomó la toalla, cubriendo su cuerpo - ¿Shippo y Kaede?

- Están terminando de recolectar las verduras - hizo una pausa - La señorita Kikyo está en el campo de hierbas medicinales... yo... iré a ayudarla en un momento.

- Esta bien - respondió tranquilamente - Después los ayudaré con la cena.

- De acuerdo - le dedico una última sonrisa, giró y comenzó a correr en dirección de la aldea.

Luego de colocarse su uniforme, se quedó contemplando el atardecer durante un momento hasta que decidió que ya no podía soportar más la distancia que los separaba y comenzó a caminar en dirección al bosque.

Sus pasos eran fantasmales, su mirada castaña había perdido el brillo que la caracterizaba y aquella sonrisa que supo cautivar al híbrido, había desaparecido. Desde esa mañana los días se había convertido en un limbo en el que el tiempo parecía no transcurrir jamás.

- ¿Qué? - murmuró, deteniéndose a unos metros del árbol sagrado, sorprendida de la imagen que se presentaba frente a sus ojos.

El yokai estaba a unos centímetros de su medio hermano, observándolo en silencio.

¿Habrá venido por la espada?

Pensó, al ver como el peliplata extendía su brazo, pero para su nueva sorpresa, no se acercó al arma, si no a la flecha, la cuál lo rechazó al instante.

- Sesshomaru - murmuró sin poder contenerse - Acaso... ¿intentas liberarlo?

No respondió, ni siquiera volteó a verla, por lo que ella se acercó, deteniéndose a su lado. Sus ojos se humedecieron rápidamente al observar el rostro del joven.

- Inuyasha - susurró - Te extraño tanto.

- Esa flecha... - pronunció de repente - Posee una gran cantidad de energía negativa.

- ¿Qué? - lo miró.

- Esa mujer... tenía odio y resentimiento al momento en el que disparó la flecha.

- Kikyo...

Inicio del flashback.

Se puso de pie, observando su cuerpo en busca de la herida que ese ser le había causado.

- ¿Un fragmento de la perla? - murmuró - Kagome... ¿Qué hiciste?

- Yo... - apartó la mirada - Seguí a esa cosa y... le disparé una de tus flechas, pero... le di a la perla y... al parecer, se rompió.

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