Guardianes zodiacales es una saga de fantasía que explora el mundo real en la transición a la verdad sobre el origen del universo y la magia. En esta primera parte, conocemos 12 protagonistas que representan cada uno a su signo zodiacal y quienes ha...
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"La fuerza no proviene de la capacidad física sino de la voluntad indomable".
-Mahatma Gandhi
El libro contenía una cantidad abrumadora de información sobre el origen de los guardianes del Zodíaco. Detallaba a los doce primeros guardianes, elegidos por los seres astrales cuando llegaron a este mundo, y sus historias se entrelazaban con mitos antiguos. Estaba escrito en lenguas arcaicas, pero algunas secciones aparecían en mandarín, ya que el libro había sido hallado en China antes de ser traído a Londres para una exposición en la Biblioteca Británica. El texto estaba firmado por un antiguo guardián zodiacal de Sagitario, y aunque gran parte del contenido requería desciframiento, lograron entender lo esencial: la manera de acceder a Zoomeria y obtener respuestas se encontraba en un portal en un lugar con alta energía cósmica. En un viejo mapa del mundo, se señalaban varios puntos, y uno de ellos estaba cerca de donde se encontraban.
Alice sostenía el libro en sus manos, sintiendo el peso no solo del conocimiento, sino de la responsabilidad que ahora recaía sobre sus hombros. Cada palabra que lograban descifrar parecía acercarla a un destino inevitable. Sin embargo, el miedo seguía presente, aferrándose a su corazón. Era más que el temor a lo desconocido; era el dolor de pensar en dejar a su madre. La incertidumbre del futuro la envolvía, y la conexión con su hogar y su familia, tan esencial para ella, la hacía sentir que aceptar su destino era casi como traicionar sus propios valores.
—¿De verdad tengo que hacerlo? —pensaba Alice, sintiendo el nudo en la garganta—. ¿Cómo puedo dejar a mamá en medio de todo esto?
Noha y Rebecca, conscientes del conflicto interno de Alice, se esforzaban por animarla. Noha, con su voz calmada y su mirada reconfortante, le transmitía su apoyo incondicional.
—Alice, no estás sola en esto. Estaremos contigo en cada paso del camino. No tienes que cargar con todo tú sola —le dijo, posando una mano en su hombro con una sonrisa sincera.
Rebecca, siempre con una sabiduría serena, intentó calmar el corazón de su hija con palabras cargadas de amor maternal.
—Sé que el cambio puede ser aterrador, mi niña —dijo, acariciando el cabello de Alice con ternura—. Pero a veces, es necesario. Es parte de la vida. Tu destino es grande, aunque ahora parezca incierto. Estoy segura de que encontrarás la fuerza para afrontarlo. Y siempre tendrás un hogar al cual regresar. Pase lo que pase, aquí estaremos para ti.
Aunque sus palabras reconfortaban en parte a Alice, aún sentía una resistencia persistente a dejar Inglaterra. La idea de abandonar todo lo que conocía y alejarse de su madre le resultaba insoportable. Por eso, cuando Noha sugirió que exploraran lugares cargados de energía como los mencionados en el libro, ella asintió con cierto alivio. Stonehenge, un sitio que siempre le había parecido místico y distante, se alzaba como el primer paso hacia la comprensión de lo que significaba ser una guardiana.
