Eran las 02:00am, y Horacio estaba guardando algunas cosas en su mochila, entre ellas: una sudadera, una linterna y unas zapatillas, las cuales se po!dría después.
Cerró la mochila y agarró su móvil para mandarle un mensaje a Gustabo diciendole que ya estába saliendo.
Guardó su teléfono en el bolsillo y se dirigió a la ventana de su habitación. Abrió la ventana y saltó, ya que su habitación estaba en la planta baja de su casa.
Salió del jardín sin hacer ruido y una vez en la acera se colocó las zapatillas y se fue corriendo hacia el parque, dónde le esperaba su pareja...
Llegó un poco asfixiado, pero fue recibido con un gran abrazo por parte de Gustabo.
-Muchas gracias, cariño.- Dijo Horacio, para después darle un beso en la mejilla.
Ambos se separaron del abrazo y Horacio se puso la sudadera y seguidamente la capucha, por si algún agente de alto rango tenía turno de noche le veía, que no le reconociera.
Ambos empezaron a caminar hacia la sede de Gustabo, allí Horacio era bien recibido, aunque únicamente Gustabo sabía que era policía...
Mientras caminaban por las oscuras calles de Los Santos, pasaron por un callejón que les trajo recuerdos.
-¡Ostia! ¿te acuerdas que aquí te vi por primera vez vendiendo droga?- Horacio rió un poco.
-Es verdad, y que cuando me llevaste a comisaría no parabas de mirarme cada vez que pasabas por mi celda.- Respondió Gustabo, mientras entrelazaba sus dedos con los de su pareja.
-Me acuerdo.- Horacio se giró, quedando cara a cara con Gustabo, estaban bastante cerca y no aguantaron las ganas de besarse.
Después de unos segundos de beso, se separaron.
-¡Una carrera, el último que llegue es calvo!- Gritó Gustabo, empezando correr hacia la sede.
-¡Oye, eso no vale!- Respondió Horacio mientras se reía y empezaba a seguirle corriendo[...]
Gustabo iba en cabeza por haber hecho "trampas", y cuando llegó a la entrada se quitó la camisa y el pantalón malamente para tirarse al pequeño puerto de la sede, en el cual el agua era un poco profunda.
Horacio le vio e hizo lo mismo.
-¡Yo he llegado antes, eso significa que eres un calvo!- Dijo Gustabo entre risas mientra Horacio le salpicaba de agua, hasta que en un momento Horacio le acorralo contra pared.
-¿Quieres ver quién gana en un concurso de besos? - Dijo Horacio mientras empezó a darle muchos besos alrededor de su cara y cuello.
De repente una linterna les alumbra y ambos se separaron por el susto. Era Nadando, el cual tenía sueño ligero y se había despertado apenas escuchó un poco de ruido fuera de lo común.
-Joder chicos, pensaba que alguien había entrado a atacarnos, debeis ser más cuidadosos.- Dijo Nadando en una tono algo dormido todavía.
-Lo siento jefe, pensé que estabas dormido.- Se disculpó Gustabo.
-Y lo estaba, pero ya deberías saber que tengo el sueño muy ligero.- Nadando apagó la linterna y se dirigió hacia donde estaban las habitaciones.
Gustabo y Horacio salieron del agua y siguieron a Nadando.
-Las toallas están en baño, y a ser posible no hagáis mucho ruido si vais a hacer algún otra cosa.- Después de decir lo último, Nadando giño el ojo, haciendo que ambos se sonrojaran.
Nadando se fue a su habitación y Gustabo a por dos toallas mientras Horacio le esperaba en la habitación.
Horacio miraba alrededor de la habitación de Gustabo, y se dio cuenta de algo que no estaba la última vez que fue. Era un mural con muchas fotos de ellos dos juntos y el estribillo de una canción que le dedicó Gustabo a Horacio.
Gustabo llegó y vio al Francés mirando el mural, por lo que se acercó a él y le puso la toalla de sus hombros, situándose a su lado.
-Yo te quiero con limón y sal, yo te quiero tal y como estás, no hace falta que cambiarte nada...- Cantó Gustabo, haciendo que Horacio se escondiera en su hombro, ya que de cierta manera se había emocionado.
-No llores por favor, que si no lloro yo joder.- Dijo Gustabo separando a Horacio de su hombro haciendo que le mire a la cara -Te prometo estar contigo, ya sabes, hasta que la bala nos separe...- Gustabo se puso de puntillas y le dio un tierno beso, el cual se empezó a convinar con un cálido abrazo de cual ninguno quería separarse nunca, aunque sabían que no era posible por ahora.
Se separaron para poder respirar y ambos se rieron tontamente mientras se miraban a los ojos y se daban subes caricias en la espalda.
Horacio empujó a Gustabo en su cama y se tumbó a su lado mientras miraban al techo.
-Me encantaría ser yo mismo, poder maquillarme, poder hacerme el peinado que quiera y ponerme la ropa que me gusta sin ser discriminado, y se que en esta ciudad no te juzga casi nadie, pero dos de las personas que sí lo hacen son mi padre y... mi hermano, y realmente les tengo miedo.- Ciertamente, con su hermano no hablaba mucho desde que se mudaron a Estados Unidos, pero él supuso que su Víktor también era homófobo por el hecho de ser parecido a su padre en varias cosas.
-Lo entiendo, y créeme que conseguirás ser tu mismo, solo tienes que espera a que sea tu momento de brillar.-
-¿Y cuando será eso, Gus?-
-No sé, tal vez en cinco o seis meses, lo presiento, va a ser pronto.- Gustabo cambio de postura, ahora estaba de lado mirando la pared, esperando un abrazo de parte de Horacio, cosa que pasó a los pocos segundos.
-Eso- Espero.- Dijo Horacio entrecortandose por un bostezo. -Buenas noches, cariño.-
-Buenas noches mariposa.- Les hacía gracias llamarse por esos motes, aunque en realidad no le gustaban mucho usarlos muy amenudo.
Ambos se durmiendo estando abrazados y mojados, cosa que les causaría un resfriado pero no le dieron importancia a eso, ya que estaban cansados...
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Escondidos | Gustacio AU [SEMI-CORREGIDO]
FanfictionGustabo trabaja en una mafia, Horacio vive y trabaja con su padre y su hermano mayor en la CNP. El padre y hermano de Horacio son homofobos, pero no saben que él es bisexual y que tiene una pareja en el otro bando. Aún que ¿su hermano de verdad es h...