Escondidos | Gustacio AU [SEMI-CORREGIDO]

05

Horacio miró la hora de su móvil y respiró hondo. Quedaba un cuarto de hora para que llegara su "novia" a su casa.

Se puso un traje para complacerá a su padre y una corbata que él mismo le regalo. Después fue al baño y se arreglo un poco el pelo, el cual seguía odiando, aunque dentro de poco eso cambiaría.

Salió del baño y espero en la entrada a que Helena llegara. Y como era previsto, a los minutos sonó el timbre, abriendo la puerta y viendo a Helena con un vestido semi-formal, una chaqueta de mezclilla y el pelo en dos trencas de raíz, dejando ver la nuca rapada.

-Hola, Helena ¿Cómo estás?- Dijo Horacio un poco nervioso e indicándole que pase.

-Bien, espero que le caiga bien a tu padre y hermano. -

-Eso espero yo también. - Contestó Horacio, girando ligeramente la cabeza a un lado, mientras empezaba a caminar con Helena al comedor y empezó a sonreír un poco falsamente.

Después de caminar unos pasos, llegaron al comedor y Helena intentó esconder su sorpresa e inquietud al ver que su padre y hermano eran el superintendente y el comisario más temidos de Los Santos.

-Bienvenida, su pongo que eres Helena, yo soy Jack Conway, aunque seguramente ya lo supieras. - Jack le extendió la mano, por lo que Helena la agarró haciendo un apretón de manos.

Todos se sentaron en la mesa, donde ya estaba la comida servida. Helena estaba apunto de empezar a comer, cuando Horacio le dio un pequeño codazo, dándole a entender que había que hacer algo antes.

-Bueno, preséntate un poco, Helena. - Dijo Conway.

-Pues, me llamo Helena García, tengo 24 años y soy de España. - Respondió amablemente, e intentando no parecer intimidada.

Conway alzó una ceja.

-¿De qué parte de España eres?-

-De Cataluña, Badalona más específicamente. - A Conway le parecia algo familiar, aunque no sabía el porqué, por lo que ignoró un poco ese echo.

-Y¿Creés en Dios?- Helena miró por un mictosegundo a Horacio y volvió a mirar a Conway.

-La verdad no, aunque no tengo ningún problema si ustedes son cristianos, si en algún momento queréis que vaya con vosotros a algún sitio, no tengo problemas- "No voy a ir ni de coña a una iglesia" Pensó Helena, recordando el pasado de su hermano y ella en las iglesias.

-¿Y cuando pensáis tener hijos?- Cuando Jack preguntó eso, Horacio se atragantó un poco con su saliva.

-Padre, no seas tan directo. -

-De echo, yo soy estéril, no puedo tener hijos. - Lo que decía Helena era verdad, no podía tener hijos, aunque tampoco quería realmente.

-Oh... Entiendo. - Dijo Conway, el cual ahora parecía algo apenado.

Mientras tanto, Viktok no había dicho nada desde que Helena llegó, y cuando su padre dijo lo de los hijos, frunció un poco el ceño, no entendía muchas cosas aún, pero sabía exactamente lo que entendía en esos momentos. No era como su padre, ni siquiera le gustaba que le dijeran que se parecía a él, pero tampoco podía negarlo, él mismo se había obligado a ser así.

Y no se había dado cuenta de que le estaban hablando, hasta que salió de sus pensamientos y noto como todos en aquella mesa le miraban.

-Viktor ¿Te encuentras bien? Tenías la mirada perdida y no parecías escucharnos. - Dijo Horacio, algo preocupado.

-Sí, estoy bien, soló... pensaba cosas. ¿De qué hablabais?-

-No estábamos hablando de mucho, pero íbamos a empezar a comer y no respondías, sólo eso. - Volvió a contestar Horacio.

-Ah-h, pues vamos...-

[...]

Después de la cena, Viktor seguía un poco raro, aunque no era la primera vez que le pasaba así que no le dieron importancia.

-Oye, tengo que decirte algo. - Le dijo Helena a Horacio en la puerta antes de irse.

-Sí, dime. -

-No pienso ir a ninguna iglesia, ni yo ni mi hermano, no tenemos buenos recuerdos de la infancia...- Habló Helena por lo bajo, para que solo lo escuchara Horacio.

-Lo entiendo, pero no te preocupes, ellos creen en dios pero no son radicales, lo único es que son homofobo... O al menos mi padre...- Dijo también Horacio casi susurrando.

-Bueno... Nos vemos supongo. - Dijo Helena, evitando hablar de ese tema que para ella era un poco sensible.

-Nos vemos Helena-

Se despidieron y Horacio cerró la puerta habiéndose quitado un pequeño peso de encima...

•••••••••••••••••••••••••••••••••