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TW.

"Siento que llevó meses aquí...
Cada minuto parece una hora y "

Horacio miraba la hoja con aquellas palabras escritas por él mismo, arrancandola del cuaderno y tirándole al suelo, llevaba así dos hora, con unas 30 hojas hechas una bola a su alrededor. Algunas con apenas 3 frases, y otras, con execivas cantidad de palabra que de vez en cuando intercambiaban idioma.
Apoyó la cabeza en el escritorio y empezó a tirar de sus cabellos con fuerza hasta arrancarse algunos de ellos inconscientemente. Su respiración era agitada; sus pulso seguramente estaba por las nubes y su cuerpo temblaba tanto que apenas podía mantenerse en la silla.
Tanto la puerta como la ventana estaban cerradas, la persianas bajadas, el aire acondicionado apagado, no había ventilación alguna.
Su habitación estaba llena de ropa y platos de comida sin terminar que podían llevar allí días.
La temperatura en su habitación era superior a 35°C, al igual que en el exterior.
Horacio solo llevaba ropa interior. No sabía cuantos días llevaba ahí dentro, ni siquiera sabía que día era, que mes era, que hora era.
Su móvil tenía unas 6 llamadas perdidas de Gustabo y unos 90 mensajes del mismo. De su hermano tenía 2 llamadas perdidas pero no había mensajes, a él le respondió con un: "estoy en mi cuarto, ya sabes, lo de todo los años". Víktor, dentro de su ingenuidad le creyó, explicándole la situación a su pareja por mensaje.
El olor era desagradable, una combinación entre sudor, alcohol y vómito; aunque al estar tantos días allí (que en realidad sólo fuero 3, pero lo sintió como semanas), su pituitaria se acostumbró al hedor.
- Si muero... Seré feliz... - Habló Horacio golpeándose la nuca. Intentando ponerse de pie, consiguiendolo, aunque con mucha dificultad.
Arrastró sus pies a oscuras hasta llegar al otro lado de la habitación, rodeando su cama sin sábanas (ya que estaban el el suelo) y tropezado con casi todas la cosas que había en el suelo de su habitación. No supo exactamente porqué rodeó la cama, ya que se tumbó en ésta misma, girandose a la derecha, agarrando su almohada y abrazandola al mismo tiempo de se ponía en posición fetal.
El sudor entraba en sus ojos, haciendo que no dejara de llorar. Su vejiga y sus riñones empezaban a fallar, llevaba días sin ir al baño.
Su cabeza iba a explotar de todos los pensamientos que pasaban cada segundo por ella, todos eran negativos e impulsivos, aunque ya casi no podía sí quiera interpretarlos. Cuando de repente uno de ellos se hizo muy presente y fuerte.
Con la pocas ganas que tenía, abrió el cajón de la mesita de noche que tenía en frente, sacando unas tijeras de dentro, abriendolas y colocando una de las caras afiladas en su palma derecha, apretó con la escasa fuerza que tenía en esos momentos, creando un corte poco profundo y que no llegó a su muñeca, ya que paró antes. Todo mientras soltaba quejidos de dolor. La sangre empezó a escurrir de su mano, manchando el colchón y la funda de lo recubria.
En esos momentos, Horacio recordó la promesa que hizo hace unos meses, entrando en pánico.
- Siri... Llama a Víktor... - Dijo Horacio, recibiendo la respuesta del asistente digital y escuchando como la llamada daba tono.
- Horacio, ¿ha pasado algo? -
Sonaba preocupado.
- Ven... Hay sangre... - Víktor se quedó unos 5 segundos en silencio, escuchando la agitada respiración de Horacio.
- ¡Vale, no te muevas, voy
de camino! ¿Quieres que
llamé a Gustabo? - Horacio asintió con un pequeño sonido, por lo que Víktor colgó rápidamente para ponerse en camino [...] A los pocos minutos Víktor llegó a casa, entrando rápidamente a la habitación, parándose unos segundos al notar el mal olor.
Se dirigió a su hermano y lo agarró en brazos, sin importarle como se encontraba físicamente, lo único que le importaba en ese momento era que Horacio se encontrara mejor.
Salió de su casa con rapidez y subió a Horacio al patrulla, cambiando el sentido del aire acondicionado para que le diera a él, ya que estaba casi desmayado. Antes de ir al hospital, revisó la herida de su palma, teniendo algunos flashbacks y vendando su mano con las vendas que tenía en la guantera...
- Petit frère, parce que tu ne me dis pas des choses... (Hermanito, por qué no me cuentas las cosas... ). - Susurro Volkov mientras conducía y a cada 30 segundos miraba a su hermano para comprobar que seguía consciente.
Una vez llegó a la puerta del hospital, vio a varios agentes en la puerta, así que por mucho que no le gustará tenía que taparle la cara con una máscara que al igual que las vendas estaba en la guantera.
- Lo siento, pero es por tu seguridad. - Le dijo con lágrimas en los ojos mientra le acomodaba la máscara, y que una vez hecho, salió del coche y volvió a cargar a Horacio hasta dentro del hospital.
- ¡Ayudenlo por favor! - Gritó con un tono de tristeza y desesperación, recibiendo la preocupada mirada de los agentes.
Rápidamente unos enfermos trajeron una camilla y algunos otros aparatos médicos. Por lo que puso a Horacio en la camilla, pero cuando vio que una de las enfermeras le quiso quitar la máscara le apartó la mano.
- No aquí. - La enfermedad asintió y ayudó a sus compañeros a comprobar sus signos vitales mientras que lo trasladaban a una sala privada. Todo esto mientras Volkov esta sujetando la mano izquierda de su hermano, el cual estaba delirando.
Una vez en la habitación le retiraron la máscara y un enfermo le puso el dorso de la mano en la frente, retirandola rápidamente.
- 39 grados o más. - El mismo doctor le puso dos dedos en su cuello para revisar como era su pulso - 125 pulsaciones por minuto- [...] A los 15 minutos, con Horacio ya establecido pero sedado, en la habitación entró un médico, el cual se llevó a Víktor fuera de la habitación para hablar con él.
- Hola Víktor, me informaron que a tu hermano le ocurrió algo ¿me puedes resumir que a pasado? - El comisario le miró extrañado, no entendía porqué le tuteava.
- Em, Horacio a tenido una recaída que le ha causado esto, yo no estaba enterado. - El hombre le miró con algo de pena, parecía conocerle.
- Al parecer le sigue costando expresar sus sentimientos... - Víktor le miró fijamente, abriendo los ojos rápidamente al reconocerle.
- Doctor Alann, hace tiempo no le veía. Si le he mirado mal es porque no le reconocía. - El doctor le puso una mano en el hombro.
- No te preocupes por eso, son muchos años sin vernos.
Aunque me preocupa la recaída de Horacio. ¿Cómo va la relación con vuestro padre? - El más alto apartó la mirada de aquel hombre.
- Complicada, ambos pertenecemos al colectivo y pues Jack es homofobo, por lo que ninguno hemos "salido del armario" con él aún. - Alann suspiró algo enfadado, aunque no quiso seguir hablando del tema para no incomodar a Víktor.
- Bueno, voy a hablar con él, es posible que le internen otra vez, todo depende de lo hablemos. - Víktor asintió, viendo como el psiquiatra entraba en la habitación...

Escondidos | Gustacio AU [SEMI-CORREGIDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora