13: Long Ago

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Desde que empezó el nuevo año, ni Horacio ni Víktor tuvieron un día libre, por demasiadas casualidades, todo el mes de enero lo pasaron trabajando, casi siempre turos de noche, y su padre, por el contrario casi siempre turnos de día.

Era bien sabido que cuando terminaba la Navidad, el caos en la ciudad aumentaba, pero este primer mes fué demasiado, al punto de que ningún agente podía tener días libres. Esto provocó que en la comisaría hubiera desorden entre rangos, faltas de chalecos, comida y botiquines. En la radio siempre se escuchaban peleas y gritos debido a los agentes con menos paciencia...

Cuando empezó febrero, todo apuntaba a que iba a ser igual, pero por suerte no fue así, ya que el bandalismo empezó a disminuir a finales de enero, por lo que ahora, ya había agentes que podían tener días libres, y por lo tanto, menos agentes en comisaría y radio.

Los primeros agentes en tener días libres fueron los de menor rango (oficiales y alumnos), y en la segunda y tercera semana, los de mandos intermedios y altos (subinspectores, inspectores, subcomisarios y comisarios).

Los días libres de Víktor serían los de finales de la tercera semana, y los de Horacio los finales de la segunda, incluyendo el 14 de febrero, aunque fuera lunes[...]

Por fin era viernes, y Horacio ya estaba saliendo de servicio, le había tocado turno de noche, por lo que sería el único en casa ese día, ya que a su padre y hermano le tocaban de día.

Cuando llegó a casa, lo primero que hizo fue tumbarse en el sofa, después 5 minutos sin hacer nada, agarró su móvil y lo encendió, ya que después de casi 2 meses de trabajo duro, pudo tomarlo para algo más que mandar o mirar algunos mensajes.

Lo primero que hizo fue enviale un mensaje a Gustabo diciendole que los próximos 4 días los tenía libres, y que si gustaba podía ir a su casa, ya que estaría solo las siguientes 12 horas.

Gustabo le dijo que sí, y que en aproximadamente una hora y media estaría libre.

-Por cierto, hoy puedes
entrar por la puerta-

-Vale bb-

En lo que Gustabo llegaba, él se ducho, se aliso el pelo y se puso una ropa medio decente, aunque como hacía frío aún, se puso un jersey, el cual era de su madre y estaba desgastado, y unos calcetines de lana.

Cuando Horacio ya estaba completamente listo, quedaban 5 minutos para que llegara Gustabo. Y como si fuera un reloj, Gustabo había llegado puntual, algo que era bastante extraño.

Gustabo toco al timbre, y un Horacio emocionado le abrió la puerta.

Gustabo saltó a sus brazos, poniendose de cuclillas y empezando a darle besos por toda su cara y haciéndole cosquillas. Horacio retrocedió un poco para después cerrar la puerta, dedicándole más tiempo a su pareja.

- Te he echado muchísimo de menos...- Dijo Gustabo, ocultando su cara en su pecho.
- Yo también, mon amour. - Dijo esta vez Horacio, dandole un besito en la frente...

Estuvieron casi 5 minutos abrazándose antes de dirigirse a la habitación de Horacio.

- Oye Gustabo, me enseña a maquillarme, es que yo no sé todavía. - Gustabo asintió, y de la mochila que tenía sacó el maquillaje que llevaba siempre, por si acaso.
- Vale, ¿como quieres que sea el maquillaje, natural como el mío o algo más alternativo? - Gustabo los dos estilos de maquillaje que más usaba su pareja cuando se veía con Horacio, ya que no sabía exactamente lo que quería ahora.
- Hmm, ¿y si intentas una mexcla de los dos? - Gustabo le miró con una sonrisa.
- De acuerdo, acércate. - Horacio se acercó y Gustabo empezó maquillarle[...]

Escondidos | Gustacio AU [SEMI-CORREGIDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora