Pollito [ YM ]

Capitulo 15: Entre Miradas y Silencios

Los días en la pastelería continuaban su ritmo habitual. El suave aroma del pan recién horneado llenaba el aire, mientras los clientes entraban y salían, llevándose consigo sus dulces favoritos. Sin embargo, algo sutil había cambiado para aquellos que observaban con atención.

Yoongi y Jimin, aunque aún no habían dado el paso de convertirse en pareja oficialmente, se trataban con un cariño que no podía pasar desapercibido. Pequeños gestos, casi imperceptibles, delataban los sentimientos que ambos comenzaban a compartir de forma más abierta. Una sonrisa fugaz, una mirada más larga de lo habitual, o la manera en la que sus manos se rozaban accidentalmente al pasar uno junto al otro.

Jimin había tomado confianza en la pastelería, y su habilidad para aprender rápido lo hacía cada vez más útil. Aun así, mantenía sus plumitas bajo control, algo en lo que Yoongi lo ayudaba discretamente. Y aunque ambos intentaban actuar con naturalidad, había momentos en los que la tensión entre ellos era palpable.

Desde la cocina, Jin los observaba con una sonrisa disimulada. A su lado, Namjoon le dirigía una mirada cómplice. Ambos habían notado el cambio en la relación de Yoongi y Jimin, pero habían decidido no decir nada. No querían presionar a su amigo, aunque internamente se alegraban por él.

—¿Has notado lo de Yoongi y Jimin? —preguntó Jin en voz baja mientras preparaba un pastel de fresa.

Namjoon, quien estaba amasando la masa para un nuevo lote de pan, sonrió.

—Es difícil no notarlo. Se miran de una forma… diferente.

—Exacto. No me sorprendería si pronto terminaran siendo más que amigos. —Jin lo miró con una ceja levantada, claramente entretenido por la idea.

Namjoon asintió, aunque su expresión era más calmada.

—Deberían tomarse su tiempo. Aunque no me sorprendería que fuera más temprano que tarde.

Desde la barra, Taehyung, quien había llegado para su turno de fin de semana, también se percató de la interacción entre Yoongi y Jimin. Era el menor de los tres, pero su intuición siempre había sido aguda. Ver cómo Yoongi miraba a Jimin con una ternura que antes no había mostrado con nadie más, le causaba una pequeña sonrisa en los labios.

—Creo que no tardarán mucho en ser parejita —murmuró Taehyung para sí mismo, mientras colocaba con cuidado unas tartas en una bandeja.

De vuelta en la sala principal de la pastelería, Yoongi y Jimin trabajaban juntos, manteniendo una conversación ligera. Jimin, como siempre, era dulce y atento, y aunque estaba enfocado en sus tareas, sus ojos no podían evitar buscar a Yoongi cada vez que sentía su presencia cerca. Por su parte, Yoongi había bajado un poco las barreras. Sabía que sentía algo más por Jimin, pero también estaba determinado a no apresurarse. No quería que las heridas del pasado de Jimin lo empujaran a tomar una decisión antes de estar completamente listo.

—Jimin, ¿puedes ayudarme con estas cajas? —preguntó Yoongi, señalando un par de cajas de ingredientes que necesitaban ser almacenadas.

—¡Claro! —respondió Jimin con entusiasmo, siempre dispuesto a ayudar.

Mientras trabajaban juntos, sus manos se rozaron accidentalmente al levantar una de las cajas. Ambos se detuvieron por un segundo, mirándose a los ojos sin decir una palabra. Había algo eléctrico en el aire, algo que hacía que sus corazones latieran un poco más rápido. Sin embargo, ninguno de los dos mencionó lo que ambos estaban sintiendo. Solo compartieron una sonrisa tímida antes de continuar con lo que estaban haciendo.

Desde la cocina, Jin, Namjoon y Taehyung miraban la escena sin intervenir, pero las sonrisas que intercambiaban lo decían todo. Era claro que veían lo que estaba ocurriendo entre Yoongi y Jimin, aunque preferían guardar silencio y dejarlos a su propio ritmo.

—Creo que deberíamos darles espacio —dijo Jin con una risita, mientras volvía a enfocarse en decorar el pastel.

Namjoon asintió, colocando la masa en el horno.

—Sí, pero es bonito ver cómo se cuidan el uno al otro. No todos los días vemos a Yoongi así.

Taehyung se apoyó en la encimera, mirando con curiosidad.

—Es raro ver a hyung tan… ¿cómo decirlo? Cariñoso. —Una sonrisa divertida apareció en su rostro—. ¿Será que finalmente encontró a alguien especial?

Jin rodó los ojos, divertido.

—Creo que es bastante obvio, Tae. Pero, como dijo Namjoon, debemos dejarlos a su tiempo. Ya veremos qué pasa.

El resto del día transcurrió sin contratiempos, con Yoongi y Jimin continuando su rutina, compartiendo pequeños momentos que hablaban más de lo que ambos estaban dispuestos a admitir. Aunque sabían que el afecto que sentían estaba creciendo, ninguno se atrevía aún a dar el siguiente paso. Ambos necesitaban un poco más de tiempo para procesar lo que sentían, y aunque las miradas y los roces eran más frecuentes, sabían que debían esperar el momento adecuado.

Al final del día, cuando la pastelería cerró y el grupo se despidió, Yoongi y Jimin caminaron juntos de vuelta a casa, como siempre. La noche era fresca, y el silencio entre ellos era cómodo, pero cargado de emociones. Ambos sabían lo que sentían, pero ninguno estaba dispuesto a romper la tranquilidad de ese momento. No era necesario apresurarse. Después de todo, se tenían el uno al otro, y eso, por ahora, era suficiente.