Capitulo 20: Una Propuesta Especial

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El suave tintineo de la campana de la puerta de la pastelería fue lo que anunció la entrada de Yoongi al establecimiento esa tarde, y de inmediato Jin y Namjoon se dieron cuenta de que algo era distinto en él.

Principalmente porque era fin de semana, y tanto Yoongi como Jimin, tenían ese fin de semana libre, entonces, su mejor amigo habitualmente reservado, tenía una expresión determinada y nerviosa, como si estuviera a punto de hacer algo fuera de lo común.

—¿Puedo robarles un minuto? —preguntó Yoongi, inquieto, mientras se aproximaba al mostrador donde Jin estaba colocando unos pasteles recién horneados.

Jin le dedicó una sonrisa curiosa, pero con un destello de diversión en los ojos, y le dio una ligera palmada en el hombro. —Claro, vamos a la parte de atrás.

Una vez en la trastienda, Yoongi suspiró, y se pasó una mano por el cabello, tratando de reunir valor. —Quiero hacerle algo especial a Jimin… quiero pedirle que sea oficialmente mi pareja.

La revelación sorprendió gratamente a ambos. Namjoon levantó las cejas con una sonrisa, y Jin se cruzó de brazos, casi orgulloso. —¡Por fin! Ya era hora, Yoongi —dijo Jin, soltando una carcajada amistosa—. Dime, ¿qué tienes en mente?

Yoongi se encogió de hombros, sintiéndose un poco abrumado. —Quiero que sea algo que realmente lo haga feliz. Ha pasado por tanto, y sé que esto es importante para él… y también para mí.

Namjoon asintió, reflexionando. —¿Por qué no organizamos una pequeña cena para ustedes dos? Podemos ayudarte a decorar y hacer que el lugar se vea especial. ¿Qué te parece?

Yoongi se mostró pensativo, luego asintió con una leve sonrisa. —Me gusta la idea… algo íntimo. Nada ostentoso, solo algo que lo haga sentirse querido.

Taehyung, que había estado escuchando al pasar, se unió emocionado. —¡Yo puedo ayudarte con la decoración! Unas luces suaves, un poco de música de fondo y algunos arreglos de flores podrían darle el toque perfecto.

Jin asintió, claramente complacido con el plan. —De acuerdo, Yoongi, tú solo relájate. Nosotros nos ocuparemos de todo. Pero asegúrate de escribirle una carta o algo… algo que pueda leer y recordar siempre.

Yoongi sonrió, sintiéndose afortunado de tener amigos tan atentos. Sabía que Jin, Namjoon y Taehyung lo ayudarían a crear algo especial, algo que le diera a Jimin la seguridad de que él estaba completamente comprometido con su relación.

💛

La noche de la propuesta llegó, y Yoongi estaba en casa, nervioso mientras se ajustaba la camisa. Cuando Jimin entró a la sala, se encontró con un Yoongi sorprendentemente bien vestido, y una sonrisa expectante apareció en sus labios.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tan elegante? —preguntó Jimin, entre divertido y curioso.

Yoongi le tendió la mano, entrelazando sus dedos con los de él. —Tengo una sorpresa para ti. Ven, no quiero arruinarla contándote de más.

Juntos salieron, caminando por las calles hasta llegar a la pastelería, que en ese momento estaba cerrada. A través de los ventanales, Jimin pudo ver que el lugar estaba iluminado por luces suaves y cálidas, y en una de las mesas había un pequeño arreglo de flores con una vela encendida.

Yoongi lo guió al interior, donde Jin, Namjoon y Taehyung los recibieron con una sonrisa y algunos aplausos. —Esta noche es para ustedes dos —dijo Jin con una gran sonrisa, dándoles espacio para que se acomodaran en la mesa.

Jimin, visiblemente emocionado y un poco sorprendido, miró a Yoongi. —¿Todo esto es… para nosotros?

—Sí —respondió Yoongi, tomando su mano una vez más—. Quería darte algo especial… y hacerte una pregunta importante.

Mientras ambos disfrutaban de la cena, la velada transcurrió en un ambiente de calidez y amor, rodeados de los detalles que sus amigos habían preparado con tanto esmero. Cuando la comida llegó a su fin, Yoongi se levantó de la mesa y, mirando a Jimin a los ojos, tomó una profunda respiración.

—Jimin, desde que entraste en mi vida, cada día ha sido diferente. Has llenado mi mundo de luz, de cosas que ni siquiera sabía que necesitaba, y no quiero perder nada de eso. Quiero que seas parte de mi vida, de cada momento. —Hizo una pausa, su voz temblando ligeramente, mientras sacaba una pequeña caja del bolsillo de su chaqueta—. Así que… ¿Puedo ser tu novio?

Jimin, conmovido hasta las lágrimas, asintió rápidamente. —Sí, Yoongi, quiero eso más que nada.

Yoongi le colocó un anillo sencillo en el dedo, un símbolo de la promesa que ambos estaban haciendo. En ese instante, el mundo exterior se desvaneció, dejándolos a ellos dos, unidos por un amor que habían construido paso a paso.

💜

La mañana comenzó como una de esas raras ocasiones en la que ambos dormían hasta tarde. Pero en esta ocasión Yoongi se había levantado temprano para preparar algo especial en la cocina, deseando sorprender a Jimin con su desayuno favorito. Sin embargo, cuando regresó a la habitación con la bandeja de comida, se encontró con una escena adorable: Jimin estaba aún acurrucado entre las sábanas, rodeado de pequeñas plumitas doradas, su expresión completamente serena.

Yoongi sonrió al ver la relajación en el rostro de Jimin, su pecho llenándose de una ternura indescriptible. Dejó la bandeja a un lado y se recostó junto a él, pasando los dedos suavemente sobre las plumitas que adornaban la cama, preguntándose cómo alguien podía ser tan dulce.

Jimin abrió los ojos, medio adormilado, y una suave sonrisa apareció en su rostro al ver a Yoongi cerca de él. —¿Cuánto tiempo llevas viéndome dormir? —susurró, divertido, estirándose.

—El suficiente para darme cuenta de que dejas un rastro de plumas hasta en mis sueños —respondió Yoongi con una sonrisa, inclinándose para darle un beso en la frente.

Jimin se sonrojó y escondió la cabeza en la almohada, liberando unas cuantas plumitas adicionales que hicieron reír a Yoongi. —No puedo evitarlo, me siento tan cómodo contigo… como si estuviera en casa de verdad.

—Lo estás, Jimin. —Yoongi lo abrazó, envolviéndolo en sus brazos—. Y quiero que siempre te sientas así. No tienes que ocultar nada aquí, ni tu verdadera forma ni tus sentimientos.

Jimin levantó la mirada y sus ojos brillaban de felicidad. Cerró los ojos y, poco a poco, su cuerpo comenzó a cambiar. En cuestión de segundos, el humano desapareció, y en su lugar quedó un pequeño pollito amarillo, acurrucado sobre las sábanas. Yoongi sonrió, sintiendo que el corazón se le derretía al ver a Jimin en su forma animal, tan tierno y vulnerable. Sin dudarlo, pasó una mano suave sobre el suave plumaje, acariciándolo con delicadeza.

—Eres tan adorable, ¿sabes? —susurró Yoongi, al tiempo que el pequeño Jimin piaba suavemente en respuesta, como si intentara contestarle.

Los minutos pasaron en una paz absoluta, Yoongi acariciando a Jimin y Jimin ronroneando de felicidad en su regazo. Era un momento tan íntimo, tan perfecto, que ambos sabían que nada podía perturbar esa quietud. En la calidez de su hogar, lejos del bullicio y las miradas externas, podían ser ellos mismos sin miedo alguno.

Luego, cuando Jimin volvió a su forma humana, y luego de cubrir su desnudez con las sábanas, se acurrucó contra Yoongi, quien lo recibió en sus brazos con una sonrisa. —Gracias por ser tú, Yoongi —susurró Jimin, mirándolo con una ternura infinita.

—Gracias a ti, por confiar en mí y por llenar mi vida de color… y de plumas, claro. —Yoongi le dio un beso en la frente y luego en los labios, disfrutando de la cercanía y el amor que compartían.

Esa mañana fue solo para ellos, sin preocupaciones ni palabras innecesarias, solo disfrutando de la calidez de su amor, en su pequeño refugio donde ambos podían ser quienes eran.

Pollito [ YM ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora