El eco del adiós

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Todo sería más fácil si estuvieras aquí, sí jamás te hubieses ido.
La soledad de esta casa es realmente abrumadora, y no sé a dónde ir.
Me olvidé de cómo se respira con calma, olvidé sonreír por las pequeñas cosas y es que tal vez solo tú eras esa gran pequeña cosa que me hacía sonreír. Porque eras parte de mí, y yo de ti, pero tú te negaste a formar parte de mi vida, no querías, tal vez no estabas preparado.
Eso jamás fue mi culpa, y tal vez tampoco la tuya.
Pero yo no merecía esto en lo absoluto, solo quería vivir, ahora solo escapar.
Lo peor es que aunque sea tarde y quieras volver no podré decirte que no te quiero aquí, porque no es así, aún te quiero.
Me dejaste con ella, ella no era de lo mejor, no podía conmigo, nadie podía. Con el tiempo me volví una mala persona, todos se alejaban de mí, como quisiera que vuelvan, que vuelvas.

El susurro de las palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora